LA CANCIÓN #6

Henri Donnadieu y El 9

Henri Donnadieu y El 9 Foto: Cortesía del autor

FALLECIÓ HENRI Donnadieu, fundador del inolvidable Disco Bar 9, de la primera clínica contra el SIDA en México y del fugaz antrazo El Metal. A sus 82 años era un personaje de película que vivió sin límites: doctor en Ciencias Políticas por la Sorbona de París, agitador con espíritu artístico, activista LGBT, promotor cultural, agente del underground, empresario restaurantero y director de la noche. Llegó a México a mediados de los 70, huyendo del gobierno francés por patrocinar al Partido Unión Antirracial en Nueva Caledonia. Entre la represión y la intolerancia conoció a Manolo Fernández, juntos fundaron El 9 en enero de 1977, en la calle de Londres 156, en el ombligo de la Zona Rosa.

En 1988 me tomaba un año sabático entre la prepa y la universidad sin saber qué hacer con mi vida. Pero en casa me mandaron a trabajar con mi hermano, asistente de Jorge Vélez, el ingeniero electrónico que instalaba el sistema de sonido, video e iluminación en El Metal, en la calle de Varsovia. Allá fui a dar como chalán. Una de mis tareas era ir al 9 cada mañana a cambiar las bocinas quemadas. Al calor de la noche, los diyeis “ecualizaban” el sonido a su manera y quemaban amplis y boclas. Gastaban un dineral. Hasta que Manolo Fernández —que era contador— nos dio la indicación de ir a cuidar a los diyeis para que no movieran la ecualización. Vélez le dijo a mi hermano, quien me delegó la tarea, y en casa se infartaron porque se trataba del primer bar abiertamente gay en México.

ASÍ CONOCÍ EL 9 EN SU ÚLTIMA ETAPA y me enganchó de inmediato: teatro, performance, cine, pintura, danza, activismo LGBT y el mejor rock en vivo. Ahí convergían homos, travestis, artistas, escritores, periodistas, juniors, rockeros y punks en un cuartel de la diversidad, la vanguardia artística y la cultura marginal: los martes eran de arte, cine y performance; los miércoles, de disfraces, hacían pasarelas de Fridas o de Marilyns o de Tigresas; los jueves, de rock con Las Insólitas Imágenes de Aurora (después Caifanes), Santa Sabina, Café de Nadie, Maldita Vecindad, Década 2, Casino Shanghai; de viernes a domingo, música electrónica para bailar en las primeras noches de acid house. Donnadieu producía todo con su elegancia francesa y también publicaba las revistas La regla rota y La Pusmoderna, editadas por Rogelio Villarreal y Ricardo Sánchez Lira “Mongo”, creador de sus celebérrimos flayers. Al respecto existen los libros La Noche Soy Yo, autobiografía de Donnadieu, y Tengo que morir todas las noches de Guillermo Osorno, base de la teleserie del mismo nombre.

En septiembre de 1989 se inauguró El Metal: tres pisos, cuatro pistas de baile, escenario de teatro y música, barras y salas de estar; costó millones y sólo duró cuatro días. Les cayeron con todo y de paso clausuraron por última vez.

El 9. Entonces, al igual que muchos, emigré al Tutti Frutti, cambié las Vacas Voladoras por las Arañas Verdes. Henri abrió una segunda versión de El 9 en 2018, en la calle de Amberes, pero las segundas partes siempre quedan a deber. Bon voyage, Henri Donnadieu…