ESGRIMA

Entrevista con Elisa Díaz Castelo. ¿Cómo podría existir una novela que a la vez sea un poema?

Elisa Díaz Castelo es reconocida tanto por su poesía como por su trabajo de traducción.
Elisa Díaz Castelo es reconocida tanto por su poesía como por su trabajo de traducción. Foto: Natalia del Carmen

Elisa Díaz Castelo (Ciudad de México, 1986) ha escrito su primera novela o un poema largo, si quiere leerse así, con todas sus fracturas y derivas.

De manera casi unánime Malacría (Sexto Piso, 2025) ha recibido toda suerte de elogios por lo arriesgado de su lenguaje, las capas narrativas que propone, todo una elaboración de artefacto literario seductor en sumo grado, donde la propia autora devela que la novela tiene “varios poemas de contrabando”.

El libro es una potente indagación de la historia intergeneracional entre tres mujeres: Cecilia, la abuela; Perla, la madre; y Ele, su hija . Ele y Jeni, la pareja de Perla, van a la búsqueda de la madre acompañadas de Valeriana, su perra.

Tejida a lo largo de cuatro años previos a su publicación, sus libros de poemas (Planetas habitables, 2023 y Las fuerzas débiles, 2024) se publicaron antes, la autora se confiesa amante de lo híbrido, sin etiquetas o clasificaciones. En esta entrevista habla de algunos aspectos presentes en la construcción de Malacría.

Retorno a la madre y las heridas

Cuando vamos creciendo, durante una larga época queremos voltear, darle la espalda a la historia de nuestra familia y crearnos desde cero… pero hay un momento en que una mira hacia atrás y hay diálogo, porque se da cuenta que inevitablemente la historia de la familia y nuestras antecesoras, determina nuestra propia identidad.

En el caso de muchas familias —al menos así fue en mi familia—, en el linaje femenino hay muchos secretos y muchas cosas que no se cuentan. El secreto se convierte en una herida que se hereda y preguntarme por ese secreto y esa herida fue el motivo por el que empecé a escribir esta novela.

Lo que nutrió a Malacría

No siento que hayan sido novelas específicas, pero sí hay definitivamente una influencia muy clara y una serie de referencias a Ada o el ardor de Nabokov y la escritura de esta novela era de algún modo dialogar con ella. También pienso en El asesino ciego de Margaret Atwood, porque me interesaba mucho una obra tutelar, porque para mí es un texto que contiene otros textos y siempre me han interesado los libros que no son una sola narración, sino que dentro de su estructura contienen otros textos y eso traté de hacer también en esta novela.

Riesgos escriturales

El riesgo en la forma tiene que ver con que no estoy narrando una sola historia de forma lineal, sino que son tres distintas historias, tres distintas voces y tres distintos tonos que se turnan y que se resuelven poco a poco en la novela. Qué está sucediendo, quiénes son, quiénes hablan en otros tonos o fragmentos.

El riesgo a nivel formal tiene que ver con esos tres tonos distintos, también con la búsqueda, en cierta medida fragmentaria, de la narración principal y la inclusión de artefactos textuales peculiares como, por ejemplo, listas. Me interesaba mucho introducir listas en la estructura de la novela. Una de las preguntas que me hice fue: ¿Qué pasa si uno incluye listas dentro de una narración? Porque a mí me interesan mucho las listas como un fenómeno verbal.

EL TRAUMA ES UNA HERIDA QUE SE HEREDA Y REVELAR EL ORIGEN DEL TRAUMA A VECES PUEDE SER CURATIVO MÁS QUE DAÑINO

Lenguaje

Hay un lenguaje muy atento… detenerme mucho en los pequeños fenómenos del mundo, especialmente en estos otros tonos, en el “Cuaderno alemán”, “Cuaderno contable” y “PERFEKT”, me interesaba dialogar con lo poético y que tuviera una carga poética fuerte, pero que no llegara a cansar, a desalentar la lectura del libro, y por eso ese ir y venir entre este tono y el tono de la protagonista y la búsqueda de su madre. De ahí que buscara un balance entre el lenguaje poético y una tensión narrativa.

Argucias

Una de las cosas más complicadas fue lograr la diferenciación de las voces, distintas voces que tuvieran su propio tono y su propio registro. En eso trabajé durante mucho tiempo, especialmente en la revisión, lograr que se distinguieran y lograr el equilibrio entre la atención al detalle, la imagen y la trama, el movimiento de la trama.

Feminismo

Sí, es una novela feminista porque me interesa rescatar las relaciones entre las mujeres y aquello que no se ha contado sobre sus vidas. En ese sentido, en su enfoque, sí me parece que es una novela feminista.

Desdibujar

Me gustaría escribir más ensayo, aunque he escrito algunos… me gustaría seguir indagando en esa forma, pero siempre regresar a la poesía, que es el lugar del que parto, y también tratar de pensar en la literatura más allá de los géneros y desdibujarlos un poco me parece muy interesante. Es algo que también quería hacer en esta novela, por eso digo que hay poemas de contrabando y quise preguntarme cómo podría existir una novela que a la vez fuera un poema y un poema que a la vez fuera una no-

vela. La literatura híbrida siempre me ha interesado mucho y quiero seguir experimentando con ella.

Autoficción

Mucha de la poesía que he escrito es más cercana a mi vida biográfica que esta novela, donde a pesar de que la búsqueda tenía que ver con mi propia familia, al escribirla se reacomodó todo, casi se oscurece la relación biográfica y se aleja mucho de mi propia vida.

¿Con qué te gustaría que se quedara el lector?

Me gustaría que se quedara con la fuerza que tiene el secreto, para bien y para mal. Que leyera cómo el trauma es una herida que se hereda y cómo revelar el origen del trauma a veces puede ser curativo más que dañino, algo que puede ser sanador.