Desde hace una década el conocer a alguien en un bar o en un antro dejó de ser la mejor opción, pues (según revela un estudio realizado por la Interactive Advertising Bureau) ocho de cada diez internautas en el mundo tienen un perfil en una red social o aplicaciones que facilitan la búsqueda de la
media naranja.
Flores, serenatas y todo lo que implicaba el cortejo se transformaron en textos y emoticones, pues ahora son más de ocho millones de personas, en México, las que están interesadas en una relación a través de Internet, según el Gabinete de Comunicación Estratégica.
Primero fue el Messenger, luego Skype. Sin embargo, Faceebook es la red social por excelencia y dónde más de 500 mil parejas se han conocido en los últimos dos años —y también la responsable de 28 millones de separaciones.
Tinder, Forever in Love, Tagged y Friendzone son actualmente las apps más concurridas por los millones de usuarios que buscan más que una amistad en la web.
Del chat al altar
Beatriz
Con 18 años, Beatriz descubrió y accedió al chat de esmas.com. En este sitio conoció a diferentes hombres con los que, luego de días de largas conversaciones virtuales, se citaba en diferentes puntos de la ciudad de México.
“No es nada del otro mundo; vi a muchos, pero creo que yo los decepcionaba porque ellos buscan una revolcada y ya. Pero yo no quería eso. Así estuve varios meses hasta que encontré a Enrique… él recuerda nuestro primer contacto, yo no. Su nickname era Tuneman, y el mío zurda_izquierda”, relata Beatriz a La Razón.
Luego de un año de mantener contacto a través de este chat Enrique y Beatriz concretaron una cita. Después de su primer encuentro acordaron seguir saliendo, y así lo así lo hicieron cada fin de semana por ocho años.
“Sin el clásico ‘¿quieres ser mi novia?’, ya estábamos ennoviados”, menciona Betariz, quien festeja dos años de matrimonio con el joven que conoció en aquel sitio de Internet.
Hoy Beatriz tiene 29 años, y pese a que encontró el amor a través de Internet asegura que sus prácticas de enamoramiento fueron inseguras, pues se expuso a “ser incluso secuestrada. No consideré esos detalles, pues en su momento me parecía divertido”.
Romance a distancia
Mariana
En 2007, mientras navegaba por Facebook, Mariana agregó a su lista de amigos a Luis, un skateboarder que había visto en eventos y revistas y el cual le agradaba. Él aceptó la solicitud de amistad y comenzaron a conversar.
“Al principio ni me hacía caso. Por azares del destino nos encontramos en una fiesta”, recuerda Mariana en charla con La Razón.
Los jóvenes, ella de 17 y el de 19, iniciaron a frecuentrase por mensajes en la red social. “Comenzamos una relación virtual, ya que el vivía a una distancia considerable de mi casa; platicamos todo el tiempo por inbox, nos hicimos novios por mensaje y cortamos por mensaje... Aunque mantuvimos nuestra amistad en Internet”, indica.
Luego de un mes, Mariana y Luis retomaron sus conversaciones, tuvieron un par de citas y decidieron iniciar una relación formal, la cual nunca esperaron duraría más de un año.
“Ahí empezó todo, nos conocimos de manera virtual pero nuestra relación llego más allá de un mensaje. Duramos 4 años 8 meses. Terminamos hace poco más de un año. Siempre dije que el destino nos puso en el mismo camino, tantas personas por conocer en una red social, y sin embargo di con él, con el que fue sin dudarlo el amor de mi vida”.
