Es difícil resistirse a esta oportunidad de sorprenderse al igual que sucedía con los ciudadanos de a pie en Metrópolis cuando veían surcar por los cielos al Hombre de Acero y gritaban “Es un pájaro. Es un avión. ¡No! ¡Es Superman!”, con esta selección de episodios de aquella serie que el legendario hijo de Kriptón protagonizara en los 40s marcando su primera encuentro con el cine, y que como maravilloso preludio para el inminente estreno de su esperada nueva película dirigida por James Gunn, hoy regresan a la pantalla grande completamente restaurados y bajo el título Superman 42.
Por que además de lo que ofrece como festín referencial para los fans del personaje y su universo de ficción, al mostrar al héroe con su escudo de fondo negro y cuando lo que más bien hacía para desplazarse era dar saltos gigantescos; está su valor reflejando con certeza y de primera mano lo que definía de origen al concepto del superhéroe como la materialización del ideal que tenía el hombre de sí mismo. Un modelo de la más alta estatura moral y física al cual aspirar, y medio de evasión naciente en un contexto de postguerra que, con el pasar de los años y de acuerdo a los diferentes fenómenos políticos y sociales, iría adquiriendo rasgos propagandísticos, de paranoia, de moralidad aleccionadora, de crítica y desenfado, encaminándose a la complejidad que hoy luce por momentos.
Pero aún hay más en esta producción de Fleischer Studios. También están los valores visuales en las perspectivas aéreas mostrando la urbe con los edificios emergiendo de las oscuridad, llevando la mirada del espectador a entrar furtiva por las ventanas, las sombras alargándose siniestras del piso hasta la pared, la luz proveniente de fuentes dentro de la ficción para delinear las figura, dígase tragaluces, lámparas o los faros de un coche, amén de las austeridad de diálogos y las secuencias donde la música reclama todo el protagonismo guiando los acentos de la acción y el drama. Si, todos estos son lineamientos con aire expresionista cuyo eco llegó hasta el diseño de producciones emblemáticas del siglo pasado como la serie televisiva Batman de Bruce Tim, que iban emparejados con la tendencia del cine negro que en aquella época se terminaba de consolidar como género fílmico, pero además aprovechaban los innovadores recursos del emergente technicolor, legendario formato que se convirtiera en parteaguas de la industria fílmica.
Estos episodios circulan libremente en internet, pero verlos ahí para nada se compara con disfrutarlos restaurados en la pantalla grande. El estreno de Superman 42 preparado por Daimon Distribution en las dos sedes de la Cineteca Nacional, es una experiencia sumamente atractiva como entretenimiento, y mas que interesante e igual de gozosa como ejercicio antropológico para los clavados y estudiosos del fenómeno cinematográfico.
cehr
