Oasis ha ayudado a salir a sus fans de los momentos más oscuros, tristes y de incertidumbre. Eso los une y por eso ayer acudieron desde familias completas, parejas, amigos de diversos países o desconocidos que en el Estadio GNP Seguros comenzaron una plática.
Uno de ellos fue Daniel, quien asistió con sus hermanos para recordar a su mamá y agradecerle a los Gallagher por sacarlo de la oscuridad cuando ella falleció: “Cuando te fuiste ellos fueron mis terapeutas… Te extraño un chingo, jefa”, decía el cartel que llevó al concierto.
“Cuando mi mamá se fue, lo que más hice fue oír sus rolas. Me acompañaron en todo este periodo de luto, en mi rehabilitación, en los momentos más difíciles, que fue la pérdida de mi madre”, contó a La Razón Daniel, quien conoció a la banda por su hermano mayor, mismo que inició en su familia lo que ahora llaman: “La escuela del buen rock”.

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Pero no fue al único al que, de alguna forma, Oasis salvó. René, una fan que acudió con su amiga, también recordó cómo la música de Liam y Noel fue un bálsamo: “Queremos llorar, abrazarnos, gritar. Estoy emocionada y a la vez estoy en shock. Me conformo con verlos juntos en el escenario. Quiero oír ‘Half the World Away’, porque me ayudó en mis momentos más oscuros, cuando eres más joven y no sabes nada de la vida”.
Por esa conexión que sienten con la música de Oasis, para algunos éste no era el primer concierto de la gira que disfrutaban. Un turista de Irlanda contó que éste sería su cuarto concierto, ha visto a los Gallagher en distintos países.
Para otros éste era su segundo show y, para otros más , el primero, por lo que la expectativa y emoción era mayor. “Va a ser un concierto bíblico, la emoción es total. El rock nunca va a morir”, dijo Iván, quien viajó desde Bolivia con sus amigos y hermana. En un mundo de conflictos armados y donde la ansiedad y la depresión son las enfermedades del siglo XXI, Oasis nos sigue dando esperanza y sentido de libertad, pero también cobijo ante la tristeza.

