¿Le daba cringe?

Al hijo de Chespirito le daba pena su papá cuando era niño: 'no me gustaba'

Roberto Gómez Fernández, el hijo de Chespirito, reveló que de niño le daba pena su papa; “no me gustaba que me preguntaran”, confesó

Al hijo de Chespirito le daba pena su papá cuando era niño: 'no me gustaba'
Al hijo de Chespirito le daba pena su papá cuando era niño: 'no me gustaba'Especial
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Con en anuncio de la bioserie de Chespirito, como era conocido Roberto Gómez Bolaños, todos los mexicanos manifestaron su descontento, pues a nadie en el país le gusta ya “El chavo del 8”, augurando que será un fracaso en territorio nacional, pero que si va a ser vista en Sudamérica, pues a esos países, por algún motivo, les encanta la obra del comediante.

Previo al estreno de eso, Roberto Gómez Fernández, el hijo de Chespirito, ofreció una entrevista a con la chismóloga Mara Patricia Castañeda, a quien el confesó que, cuando era niño, le daba pena que la gente supiera que era hijo del “Chapulín Colorado”.

En la charla, el hijo del famoso aseguró que, cuando no estaba bajo los reflectores, Roberto Gómez Bolaños se convertía en una persona normal, común y corriente, mi papá. Sospecho que fue algo que fue manejando e inculcando: 'Yo soy Roberto tu papá, el esposo, el hermano y el tío. Aparte hay otra cosa que se llama Chespirito'".

"Nos inculcó a todos que viviéramos una vida lo más normalita que se pudiera. De repente oigo historias de compañeros que también su padre era una figura y sí podía ser una vida de locura, pero aquí no", remarcó.

Mara Patricia le preguntó que si en la escuela no le decían nada respecto a la fama de su papá, por lo que Roberto Gómez Fernández contó su verdadero sentir:

"Sí, claro, fue aumentando con el tiempo. Yo tenía 7 -8 años cuando empezó a ser famoso, pero ya cuando llego a los 10, que ya el impacto era importante, ahí empiezo a darme cuenta que sí tiene algo especial, no nada más sale en la tele este señor que es mi padre sino tiene algo importante", confesó.

"A mí me daba mucha pena, no me gustaba que me preguntaran, además no sabía qué decir. Me daba pena, sobre todo si había varios y preguntaban, decía '¿Por qué no le preguntan también a mi amigo qué onda con su papá?'. Entonces, sí me daba un poco de pena", remarcó.

"No me gustaba mucho platicar a menos que me preguntaran, pero no me gustaba que estuviera en la plática", finalizó el hijo de Chespirito.