Rompan todo, una cátedra documental del rock latinoamericano

Pese a que —como suele suceder con todo recuento— se pueden señalar menciones faltantes, Rompan todo, serie dirigida por Picky Talarico y que estrena hoy en Netflix, debe c onsiderarse como uno de los más recientes aciertos de la plataforma.

Esto por dos razones principales: la primera de ellas es que, transitando por una línea temporal con pocos retrocesos, pero yendo y viniendo entre los distintos países representativos —Colombia, Uruguay, México y más—, elabora un mapa histórico del rock en español sostenido por las propias voces de los que fueron y siguen siendo sus perpetradores en las distintas épocas, atendiendo a puntos clave que le convierten en un justo testimonio del fenómeno musical en toda su magnitud y vigencia.

Empezando por que le da su respectivo lugar a quienes tuvieron el mérito de haber puesto la semilla para escuchar el género en nuestro idioma —Teen Tops, Rebeldes del Rock, etcétera—, y que muchas veces se sintieron menospreciados por los fans de las nuevas generaciones que les tachaban como simples intérpretes de covers; cerrando así la brecha a través de las declaraciones de los mismos músicos que les siguieron.

Luego está la claridad para hilvanar cómo es que estos se fueron relacionando, tomando Avándaro como el primer gran evento del relato, estableciendo alianzas creativas y de incipiente mercado, comenzando a caminar y a evolucionar juntos. Lo mismo sucede a la hora en que refieren la manera en que el fenómeno se ha ido alimentando y enriqueciendo a través de otros géneros musicales, manteniendo el espíritu subversivo y el compromiso con su momento.

Por otro lado, también atienden a la más que necesaria reivindicación del rol femenino refiriendo a precursoras como Rita Guerrero, con la participación entre otras chicas, de Fabiana Cantilo y Julieta Venegas, acompañadas de declaraciones tan lúcidas como cuando enfatizan la importancia tanto de aquellas mujeres que se han abierto camino en el escenario, como las que lo hacen tras bambalinas.

La segunda razón, y quizás la que hace la gran diferencia entre Rompan Todo y otros acercamientos al tema, es que resulta factible de distintas lecturas, ya que dicho mapa no sólo explora el siempre profundo e irreductible vínculo que tiene el rock con los movimientos sociales y el entorno político, mostrando una enorme cantidad de material de archivo al respecto, sino que da pie para crear paralelismos y comparativas entre los mismos.

Porque no es igual cómo se desarrollaba y se convertía en el grito de lo gente bajo una dictadura en pleno, como sucedía en Chile, que con el régimen priísta eternizándose en el poder de nuestro país. Todo, por supuesto, sin dejar de lado tragedias, como el incendio de uno de los boliches que albergaba un concierto en Argentina, o el terremoto de 1985 que devastó la Ciudad de México, mientras algunas iniciativas marcarían el paso, dígase sellos discográficos o el legendario espacio Rockotitlán.

Por supuesto, hay segmentos que harán saltar a todo el mundo, como cuando Javier Bátiz cataloga prácticamente como genios al grupo Mana y después vemos al vocalista de dicha banda queriendo validarse a través de las ventas y los llenos en sus presentaciones, o la incongruencia que expone Residente de Calle 13, quien luego de que se ven imágenes que le muestra en un concierto gritando por todos los vientos cuanto odia que se diga que lo que tocan es “reguetón” e insulta a sus exponentes, para posteriormente aparecer explicando que se nutren de ese tipo de expresiones musicales.

Pero bueno, en cambio resulta un verdadero agasajo la enorme cantidad de anécdotas con las que van dimensionando a gente de la talla de Luis Alberto Espineta, Los Tres, Charly García, Billy Bond y Miguel Mateos; la trascendencia de Gustavo Santaolalla en la trayectoria de Molotov, Los Prisioneros y muchas otras importantes agrupaciones; el peso de discos parteaguas como El Circo, de Maldita Vecindad; la legendaria presencia de bandas como Caifanes, Fabulosos Cadillacs, Café Tacuba; además, por supuesto, de la influencia de Gustavo Cerati; pasando por fenómenos como la “Avanzada Regia” integrada entre otros por Control Machete y El Gran Silencio.

Así pues, estamos ante una producción a la altura de la trascendencia de lo que representa el rock en Latinoamérica, muy disfrutable y esclarecedora para el público en general, e indispensable para los melómanos.