El colectivo Madres Buscadoras de Jalisco informó que ayer murió la activista Teresa González Murillo, quien estaba hospitalizada tras recibir un balazo en la cabeza en un intento de secuestro, el pasado 27 de marzo.
En un comunicado subido a las redes sociales, el colectivo expresó que Teresa González no buscaba culpables ni venganza y solamente quería traer de vuelta a su familiar, para que su corazón pudiera encontrar la paz.
De igual forma, señaló que la muerte de esta activista no es solamente una tragedia, sino una advertencia del riesgo que enfrentan las madres buscadoras.

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“Nos están matando por buscar a quienes nos arrebataron. ¿Hasta cuándo? ¿Cuántas más deben caer antes de que las autoridades entiendan que no pedimos lo imposible, sino lo justo?”, señaló la organización, en un comunicado.
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El colectivo exigió que el asesinato de Teresa González no quede en el olvido y que no se le dé “carpetazo”, sino que, por el contrario, se esclarezca el crimen y se haga justicia, para que los responsables paguen por lo que hicieron.
Por su parte, el colectivo Luz de Esperanza, al que pertenecía Teresa González, condenó el ataque que sufrió hace una semana y expresó su “profundo dolor” por su deceso.
La organización expresó: Alzamos nuestras voces para exigir que su muerte no quede impune. Demandamos a las autoridades competentes una investigación exhaustiva y transparente que conduzca a la pronta detención y enjuiciamiento de los responsables de este atroz crimen”.
Agregó: “Es imperativo que se garantice la seguridad de todas las personas dedicadas a la noble labor de búsqueda, para que puedan ejercer su derecho sin temor ni amenazas”.

La organización civil señaló que el suceso refleja la grave situación de inseguridad que afecta a Guadalajara y a todo el estado de Jalisco, y destacó el contexto hostil que enfrentan las familias rastreadoras en todo el país.
Luz de Esperanza lamentó la “revictimización” que padecen muchas veces los familiares de personas desaparecidas por parte de las autoridades, lo cual, dijo, sólo entorpece las investigaciones.
Por la tarde, la organización Amnistía Internacional condenó el asesinato de Teresa González Murillo, y exigió a las autoridades mexicanas “una investigación exhaustiva, pronta y diligente”.
En un comunicado, AI apuntó: “Instamos a que se implementen medidas de atención y protección integral para su familia, sus colectivas y demás personas y organizaciones dedicadas a la búsqueda de personas desaparecidas en México”.
Horas después de que se diera a conocer el deceso, la Fiscalía General del Estado de Jalisco informó que se investiga “el ataque contra una comerciante de Guadalajara ocurrido la noche del 27 de marzo en la colonia San Marcos, y quien hoy perdió la vida”.
Sin mencionarla por su nombre ni referirse a ella como buscadora, la institución indicó que “las primeras investigaciones apuntan a que el atentado se debió al robo de dinero que la víctima tenía producto de sus ventas y una tanda”.
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Añadió: “Tres hombres ingresaron sin forzar la puerta, amenazaron a los presentes y dispararon contra la mujer, antes de huir en motocicletas”.
De acuerdo con testimonios de colectivos, Teresa González Murillo fue baleada durante la noche del jueves de la semana pasada en el interior de su domicilio, en la ciudad de Guadalajara, tras resistirse a un intento de secuestro en el que participaron tres hombres.
Al no poder llevársela, uno de los atacantes le disparó en el rostro y se retiró del lugar, junto al resto de los agresores. La buscadora permaneció desde entonces en un hospital en estado grave, y falleció este miércoles.
La víctima se convirtió en activista para tratar de localizar a su hermano, Jaime González Murillo, quien fue visto por última vez el pasado 2 de septiembre en el centro de Guadalajara.
Además de formar parte del colectivo Luz de Esperanza, la víctima lideraba a los comerciantes del centro de la capital de la entidad, un rol que la llevó a encabezar una huelga de hambre en 2022 como protesta por el retiro de su mercancía por autoridades municipales.
Días antes de que fuera atacada, Teresa González participó en el acto de luto nacional por el caso Teuchitlán, referente al hallazgo, por parte de colectivos, de lo que aparentemente era un campo de exterminio y reclutamiento del crimen organizado, en el rancho Izaguirre.
Durante esa jornada de protesta, realizada el pasado 15 de marzo, González Murillo pidió al resto de las activistas mantener la lucha y fortalecer la presión colectiva para que las autoridades le pongan mayor atención a la búsqueda de desaparecidos. en todo el país.
Días después, diversos colectivos de rastreadoras denunciaron que, tras la difusión de los hallazgos en Teuchitlán, varias activistas recibieron amenazas del crimen organizado, en particular del Cártel Jalisco Nueva Generación.
El 19 de marzo, la líder de Madres Buscadoras de Sonora, Ceci Flores, lamentó que los colectivos de Jalisco hayan sido amenazados por el crimen organizado, cuando lo único que tienen es “la esperanza de que ahí se localice a varios de sus desparecidos”.
El pasado 5 de marzo, integrantes del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco ingresaron al rancho Izaguirre, en el municipio de Teuchitán, en el cual encontraron tres crematorios artesanales, restos humanos, decenas de zapatos y varios objetos personales.

