Las terminales de autobuses piratas en la Ciudad de México se mantienen a pesar de los llamados que han hecho los legisladores para regularlas y a los accidentes fatales ocurridos en carreteras.
Y es que, para ahorrarse hasta dos terceras partes del costo del pasaje, cientos de viajeros prefieren usar terminales irregulares para llegar a destinos como Tabasco, Veracruz o Chiapas.
Una de ellas se encuentra en el cruce de República de Perú con Argentina, en el centro de la Ciudad de México, donde, en medio de locales de bolsas, cinturones y gorras, hacen base las unidades que viajan a Tabasco y Veracruz por 400 pesos, con un trayecto en promedio de 12 horas.
Ahí los vendedores ofertan los viajes desde la calle, con un block de boletos. Las unidades que conforman su flotilla son de transporte turístico; cuentan con baño, pero no ofrecen algún tipo de seguro a los viajeros ni garantías de que los camiones hayan sido verificados por autoridades federales para su uso de autotransporte.
Empresas como Viajes Hilda o Turismo Nacho tienen corridas todos los días a las 19:00 horas, y en sus anuncios dentro de la base señalan que hacen “viajes especiales” a Villahermosa, Tabasco, así como a un par de municipios veracruzanos.
Mientras que líneas comerciales como ADO, AU u OCC ofrecen el mismo trayecto por un costo que varía entre los 618 y mil 315 pesos, pero con seguros de vida y revisiones periódicas de los autobuses.
Otra de las terminales irregulares se encuentra a un costado de la Plaza de la Soledad, junto al barrio de la Merced, igualmente en la zona centro de la ciudad. Ahí los camiones están estacionados sobre las calles, a plena vista, y ofrecen viajes a Chiapas por 600 pesos, mientras que las líneas comerciales tienen costos de entre los 770 y mil 570 pesos.
En este sitio operan empresas como Cristóbal Colón, Viajes a Chiapas, Viajes Auri o Viajes Romo. Algunos venden los boletos en puestos improvisados con lonas y una mesa sobre la plaza, mientras que otros tienen locales fijos a un costado, donde están adaptadas bancas como sala de espera.
La mayoría de los usuarios espera sobre las bancas y macetones de la Plaza de la Soledad, que está junto a la iglesia del mismo nombre, rodeada de jardines descuidados y algunos locales abandonados.
Con dirección a la terminal de la calle República de Perú salió en abril de 2014 un camión que terminó en un fatal accidente, en el que perecieron 35 personas.
El año pasado hubo al menos otros dos accidentes fatales de unidades partieron de terminales irregulares en otras zonas del país. Uno fue en diciembre del año pasado, cuando un camión que viajaba de Chiapas a Ciudad Juárez terminó con 11 personas fallecidas y 33 lesionados.
Antes, en junio, sucedió un accidente similar de una unidad que se dirigía de Torreón a Ciudad Juárez y en el que murieron 10 personas.
En septiembre pasado el coordinador de la bancada del partido Movimiento Ciudadano en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, Armando López Campa, alertó que los costos de los pasajes de líneas de transporte autorizados, en conjunto con la ausencia de verdaderas ofertas de aerolíneas de bajo costo, generan que trabajadores, estudiantes y profesionistas, o incluso turistas nacionales y extranjeros, opten por transportes terrestres de bajo costo y sin seguridad.
“Esto genera la proliferación de miniempresas que no tienen reconocimiento oficial y operan en la clandestinidad”, dijo el legislador capitalino.