Para acceder y permanecer en la Escuela de Búsqueda, Rescate y Buceo de la Secretaría de Marina (Semar), hay que llevar el cuerpo al límite, estar dispuesto a enfrentar ambientes adversos para rescatar a personas que enfrenten algún peligro, ya sea en el mar o en tierra.
El fin de la escuela es preparar al personal de la Armada para que se integren al Sistema de Busqueda y Rescate y estén capacitados con todas las habilidades y los conocimientos para atender emergencias.
La Razón asistió a una sesión de entrenamiento de estos héroes de la Marina en la zona naval de Acapulco. Desde este sitio y con el sol a plomo, el capitán de fragata, Nicolás Lorenzo Huerta Pérez, director de esta institución, detalla que de su plantel sólo se gradúan los más fuertes y aptos.

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“Tenemos que ir al límite para poder prestar el mejor servicio a nuestros ciudadanos”, comenta, mientras alumnos realizan una rutina de nadador de rescate de superficie.
El capitán Huerta Pérez insiste en que los egresados son los más resistentes: “Le pongo un ejemplo, por cada diez elementos que entran al curso de buceo y trabajos submarinos solamente cinco van a egresar, eso nos dicen las estadísticas”.
En esta escuela tenemos la mística, como lo dice nuestro lema: ‘disciplina, valor y eficiencia’. Tenemos que ir al límite para poder prestar el mejor servicioNicolás Huerta Pérez, Director de la Escuela de Búsqueda, Rescate y Buceo de la Semar
En tanto, otro grupo realiza actividades físicas, sin duda, extenuantes, para demostrar su destreza y aguante.
Esta Escuela de Búsqueda, Rescate y Buceo imparte cursos para nadador de rescate de helicóptero, buceo, trabajos submarinos, medicina subacuática, operacion de la cámara hiperbárica, así como operación de embarcaciones tipo Defender, entre otros.
Este centro fue creado en el año 2007; desde esa fecha han egresado siete mil estudiantes, de éstos, cinco mil 700 son hombres y mil 300 mujeres.
“En esta escuela tenemos la mística, como lo dice nuestro lema: ‘disciplina, valor y eficiencia’”, comenta el capitán de fragata Nicolás Lorenzo Huerta Pérez.
A lo largo de la tarde, elementos de la Marina dieron muestra de sus capacidades y simularon un rescate de una embarcación en llamas, con lanchas tipo Defender.
A la par mostraron sus habilidades con maniobras en el mar.
Además, elementos capacitados para rescate en estructuras colapsadas (USAR) escenificaron la liberación de dos personas atrapadas bajo los escombros en el escenario de un sismo de 7.1 grados Richter, bajo un sol extenuante.
Para ingresar a esta escuela y recibir esta capacitación es necesario formar parte de la Secretaría de Marina y sólo cuando las autoridades de la institución lo permiten se podría impartir a civiles.
