Relevante, nos hacen ver, el desabasto de diésel que se presenta en el oriente del país, especialmente en Veracruz, en Perote y en Puebla. Y es que en los últimos días se ha observado a decenas de pipas estacionadas en torno a la terminal El Sardinero del puerto jarocho, una instalación estratégica en la región. Pemex no ha ofrecido explicación alguna. Lo único que saben algunos de los afectados es que el buque que abastece a esta terminal se encuentra en la aduana desde la semana pasada, pero no ha sido descargado y no se sabe cuándo se hará. La falta del combustible ya provocó severas afectaciones a por lo menos 34 gasolinerías, ya que, al pertenecer a la franquicia de la empresa pública, no pueden adquirirlo por otras vías. Unos pocos se han tenido que mover hacia Tula e incluso a Azcapotzalco, en la CDMX, pero no todos tienen la capacidad económica y logística para hacer algo así. Lo deseable, nos dicen, es que se solucione este problema, que amenaza con escalar. Veremos.