Y es el gobernador de Tabasco, Javier May, el que, nos comentan, muy temprano ha tenido que recurrir al recurso de la fuga hacia adelante, echando mano de elementos discursivos que solía ocupar el expresidente López Obrador. Y todo con tal de darle la vuelta a cuestionamientos relacionados con el repunte de los homicidios dolosos en su entidad. Los datos duros dan cuenta de que entre 2018 y 2023 los asesinatos venían a la baja, pero ya para abril del 2024 la cifra andaba en los 85. May llegó al gobierno en octubre, pero no ha podido reducir ese indicador. Ayer dijo aquello que él tenía otros datos, que va bien, que no le han quitado ni una pluma a su gallo… Y no sólo eso, también ha empezado a echar culpas al pasado: “La gente sabe distinguir entre quienes dicen la verdad y quienes quieren manipular al pueblo, quienes estuvieron antes que nosotros no cumplieron”. Uf.

