Un botón de muestra de las trampas que hubo en la elección judicial de Zacatecas, nos dicen, es el caso de Enrique Pérez Compeán, quien ganó un asiento en el Tribunal de Disciplina Judicial, pese a que tenía un promedio académico de 7.2, cuando la ley exige un mínimo de 8.0. Pérez Compeán fue promovido por el gobernador David Monreal, de quien ha sido operador desde hace varios años, y el Comité de Evaluación del Poder Ejecutivo validó su candidatura, pese a su insuficiente promedio. El árbitro electoral revocó su triunfo no por la falta de promedio, sino por paridad de género. Como él, varios aspirantes a jueces, avalados también por el Ejecutivo, ganaron sin tener promedio de 8.0. En cinco casos, los de 7.6 para arriba, el IEEZ hizo un redondeo para no invalidar sus triunfos, pero el desaseo en el registro se hizo evidente. Monreal tendrá el control del Poder Judicial, pero las pruebas de las trampas, nos comentan, quedarán para la posteridad. Uf.