El diputado del PRI, Fernando Torres Castañeda, propuso reformar la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, con el propósito de otorgar al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) la facultad de iniciar procedimiento sancionador de oficio o a petición de parte, cuando tenga conocimiento de actos de discriminación.
En la modificación de los artículos 15 y 20 de dicha legislación, planteó que las sanciones puedan consistir en amonestaciones, multas, medidas de reparación del daño y otras que determine el reglamento de esta ley,
Expuso que el procedimiento garantizará el derecho de audiencia y defensa del presunto infractor, conforme a los principios de legalidad y debido proceso.
Entre las medidas de nivelación que los poderes públicos están obligados a realizar, propone eliminar las barreras arquitectónicas y urbanísticas, y adoptar ajustes razonables para garantizar condiciones de accesibilidad universal en inmuebles abiertos al público.
Además, deben incluir el acceso a servicios digitales, públicos o privados, y asegurar el uso de tecnologías accesibles, subtitulación, interpretación en lengua de señas, formatos alternativos y cualquier otro medio adecuado para garantizar la inclusión de personas con discapacidad.
En la exposición de motivos, el legislador consideró que conferir facultades sancionadoras al Conapred representa un avance en la lucha contra la impunidad, pues una ley sin consecuencias reales para quien la viola corre el riesgo de ser letra muerta.
Subrayó que la posibilidad de imponer sanciones administrativas permite no solo castigar actos discriminatorios, sino también enviar un mensaje claro: la discriminación no será tolerada por el Estado mexicano. Este cambio también fortalecería la confianza ciudadana en las instituciones encargadas de velar por la igualdad.
En tanto, fortalecer la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación es una tarea que trasciende lo jurídico; es una declaración de principios “que en México no hay lugar para la exclusión, que la dignidad humana no se negocia, y que una verdadera democracia solo es posible cuando todas las personas -sin importar su origen, condición o identidad- tienen garantizado el mismo acceso a los derechos, las oportunidades y el respeto”, enfatizó.
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LMCT