En Canadá, el número de mexicanos que ha solicitado refugio ha tenido un notable aumento de 288 por ciento en los últimos años.
En el 2022, se registraron aproximadamente 8 mil solicitudes, casi la cuarta parte si se comparan con las 31 mil solicitudes de asilo de mexicanos en el 2024.
Desde el año anterior, un total de 31 mil 691 mexicanos esperan que la División de Protección de Refugiados de Canadá resuelva sus solicitudes de asilo, de acuerdo con datos oficiales del Departamento de Inmigración de ese país.

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En su mayoría se trata, señaló el Departamento de Inmigración, de solicitudes que fueron rechazadas en primera instancia y no han podido resolverse debido, principalmente, a la saturación de pedidos que años atrás recibieron por parte de mexicanos y ciudadanos de otras naciones del mundo.
- El Tip: El proceso de refugio en Canadá inicia con la entrega a la Oficina de Inmigración de la solicitud correspondiente, donde un agente de inmigración determina si aplica.
En condición de refugio está Sofía, quien por seguridad prefirió no revelar su apellido; este 2025 decidió solicitar refugio en una comunidad canadiense.
“Sabemos que es un aumento considerable (de mexicanos que solicitan refugio) en comparación con años anteriores.
Si bien no se especifica la cantidad exacta de mexicanos, o no nos lo dicen, por seguridad, los mexicanos que han obtenido refugio son pocos.
Se estima que un número considerable ha llegado a Canadá buscando protección y somos varias quienes huimos de violencia doméstica, porque en México la autoridad tarda demasiado en resolver algunos casos”, dijo Sofía.
De acuerdo con la información disponible del Departamento de Migración, al cierre del año pasado 622 mexicanos habían sido rechazados para quedarse en Canadá en calidad de refugiados y mil 168 abandonaron el proceso para adquirir esta condición por diversos motivos; sin embargo, a decir de Sofía, quienes permanecen en el proceso deben “ingeniárselas para sobrevivir, ya que, al iniciar en un país diferente al tuyo, todo es empezar de nuevo”.
La madre de dos hijos señaló que el proceso de refugio en Canadá inicia con la entrega a la Oficina de Inmigración de la solicitud correspondiente, donde un oficial de inmigración determinará si la aplicación y el candidato tienen méritos para ser escuchados en una audiencia.
Después, al obtener una decisión positiva, el candidato obtendrá una serie de beneficios brindados por el gobierno para personas que se encuentran esperando la audiencia de refugio, dentro de los cuales están una ayuda económica.
Si la protección es otorgada, el solicitante pasará a ser “persona protegida” y obtendrá beneficios como el derecho a aplicar a residencia permanente, obtener permiso de trabajo e integrarse rápidamente a la sociedad canadiense.
“Si la solicitud es rechazada, tiene derecho a apelar y hasta llegar a un tribunal federal para lograrlo. En mi caso, yo llegué con dos maletas y mi niño más pequeño, con nervios, con ganas de salir de la situación de violencia que viví durante casi 12 años con mi expareja y su familia; aquí he empezado de nuevo, pero ya no me pasó la idea de pasar por Estados Unidos por todo lo que actualmente están haciendo con los migrantes, aquí nos tratan como ciudadanos de primera y el trato muy amable”, dijo la oriunda de la Ciudad de México.
Sofía actualmente se encuentra a la espera de que le resuelvan una solicitud de empleo, mientras tanto su estatus como refugiada en Alberta, Canadá, le permite poder tomar terapia psicológica con su pequeño hijo y aprender el idioma inglés para poderse integrar de manera más eficaz a los entornos del país que hoy le está dando una nueva esperanza de vida, tras años de violencia doméstica, psicológica y patrimonial.
Cunde zozobra en alumnado de Harvard
› Por Sergio Ramírez
“Fue un terror cuando me detuvieron en el aeropuerto (de la Ciudad de México) unos días antes, porque estando en el avión cancelaron las visas” para los estudiantes extranjeros de la Universidad de Harvard, por solicitud del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Así relató su odisea una alumna de la prestigiada universidad, quien solicitó el anonimato por temor a represalias, luego de que se suspendiera cualquier trámite para otorgar visas a los estudiantes extranjeros en la Unión Americana.
“De parte mía sí fue mucha decepción. A mí me detuvieron en el aeropuerto unos días antes porque, estando en el avión, cancelaron las visas. Y llego a Estados Unidos, me tienen que detener porque no saben qué hacer conmigo; estuve unas horas hasta que el juez dijo que no procedía ese decreto, pero es un terror”, declaró a La Razón.
A pesar de que hace unos días se levantó la restricción para realizar dichos trámites de visado de los estudiantes extranjeros, la joven señaló que hay incertidumbre entre los grupos de universitarios de Harvard, porque no saben a ciencia cierta si pueden o no salir o trasladarse a otro estado de la Unión Americana.
“Yo creo que es un terror y los grupos se llenan de preguntas: ¿podemos viajar fuera o no, viajar a nivel local o no?, y no debería ser así. Tenemos nuestros papeles en regla, hicimos las cosas como se supone que deben de ser, (pero) el problema es que cuando empiezan a cambiar así las reglas, pues ya nadie se siente seguro”, de su estabilidad en el país, reconoció.
Más adelante, expuso que de por sí es muy difícil para quienes llevan un año en Harvard, así como de aquellos que apenas van a ingresar a la universidad.
“Es bien complicado el proceso de entrar como tal a Harvard; debes tener muchas credenciales, hacer varios exámenes, conseguir muchas becas. Entonces, de por sí el proceso como que trae ya un estrés y ahora es sumar el hecho de que puedes ir a la cita y tu visa te la nieguen. Alguien comentó que le habían dicho que tenía que hacer públicas sus redes sociales antes de decirle si le iban a aceptar o no la visa.
“Entonces, como que hay muchísima incertidumbre y en cualquier política, la incertidumbre es lo peor porque no sabes qué puedes hacer y qué no puedes.
Para los que ya están allá, ya llevan un año invertido de sus vidas, un año habiendo gastado muchísimo dinero; entonces, está esa incertidumbre de decir: ‘Bueno, qué va a hacer la escuela si nos cancelan la visa, o sea no nos pueden dejar colgados’; de los que apenas vienen, es un poco el sentimiento de qué haré, me espero otro año o de plano acepto otras ofertas de otras universidades”, mencionó.
La joven universitaria platicó que las colegiaturas en Harvard están en un promedio de dos millones 400 mil pesos (62 mil dólares) al año, más aparte las rentas de un cuarto y la comida y demás gastos personales.
“En escuelas de estudio superior, no de licenciatura, pero ya de maestrías así, normalmente vives fuera del house in de Harvard, que lo mínimo son mil 500 dólares al mes, y si vas por fuera puedes encontrar algo de mil o mil 100 dólares al mes”, para gastos de alojamiento, apuntó.
Después de trabajar en el sector público, la joven decidió irse a estudiar a la Universidad de Harvard, donde estuvo dos años, porque, dijo, aspira a ser uno de los futuros líderes de México en diversos sectores, ya sea político, de medicina o de educación. “Entonces, consideré que ese era el mejor lugar para seguir”, señaló.
Ante la ola de incertidumbre por el tema de las visas para estudiantes, la joven confió en que Harvard va a hacer lo que pueda para proteger a sus estudiantes internacionales pero no se va a enfrentar al gobierno.
“Sí creo que ha sido muy importante para todos los estudiantes de Harvard ver cómo Harvard, a pesar de que trae conflictos con la administración presidencial, sigue las reglas, porque si Harvard se desvía de las reglas para cumplir con lo que se le está pidiendo, mandaría una señal a todas las universidades americanas y Harvard es un referente, entonces no deben hacer eso”, agregó.
La estudiante subrayó que “todo este nerviosismo y todas estas cosas valen la pena, es una consecuencia de que Harvard haga las cosas conforme a la ley”.

