La revelación de colectivos sobre lo hallado en la fosa clandestina del panteón de Jojutla, Morelos, puso en el foco el fenómeno de las desapariciones en esta entidad, que el ahora exgobernador Cuauhtémoc Blanco, entregó sumida en una crisis en la materia. El lunes, medios locales cruzaron información con hasta tres colectivos distintos, y todos coincidieron en que, al momento de suspenderse los trabajos en la fosa, el viernes, habían sido exhumados 60 cuerpos, entre ellos los de al menos 10 niños. La Fiscalía estatal aclaró que esa versión es “imprecisa”, lo que lleva a suponer que sí se encontró algo, y que no se ha dicho qué. El vacío de información institucional lo llenó una versión extraoficial que, aunque pudiera ser “imprecisa”, tiene algo de verdad, y que hizo reaccionar ayer a Amnistía Internacional. Las fosas y los desaparecidos son una loza que dejaron en Morelos administraciones pasadas, en especial la que encabezó el exfutbolista. Uf.

