Nos hacen ver que el diputado federal Ernesto Prieto se metió en camisa de 11 varas con sus declaraciones contra la gobernadora de Guanajuato, Libia Dennise García. Y es que, en su exigencia de transparencia por los contratos con la empresa Seguritech —vinculados indirectamente al caso de una casa arrendada—, decidió lanzar adjetivos como “cínica” y “desvergonzada”, palabras que más que cuestionamiento político, suenan a descalificación sexista. El punto, nos dicen, es que ese tipo de expresiones ya han sido sancionadas por el Tribunal Electoral como violencia política de género. Así que habrá que ver, porque en una de ésas el tiro le sale por la culata, pues en lugar de exhibir a la mandataria, acabó exhibiendo, por la facilidad con que maneja esos epítetos, su propio machismo parlamentario, nos comentan

