Con tanta efervescencia por los festejos patrios, pocos se percataron de que, precisamente en plena efeméride, el gobernador de Nayarit, Miguel Ángel Navarro Quintero, rindió la plaza y dio el Grito en un lugar distinto al Zócalo de Tepic. Debido a una protesta de trabajadores sindicalizados del Gobierno estatal, por primera vez en la historia de Nayarit el Grito no se dio desde el balcón principal del Palacio de Gobierno, sino desde el Recinto Ferial de Tepic. Y el desfile del 16 de septiembre no se realizó por avenida México, como había ocurrido durante décadas, sino por el Boulevard Tepic-Xalisco y la calle de Brasil. Dos días antes, el mandatario anunció el cambio de sede, con el argumento de que quería evitar confrontaciones. Lo que no dijo es que los inconformes han solicitado diálogo desde hace varias semanas, pero las autoridades se han mostrado insensibles, al igual que con los defensores de la Ciudad de las Artes de Tepic. Ahí el dato.

