Al corte del primer semestre del año, las políticas para enfrentar los efectos del cambio climático son las que han enfrentado el mayor subejercicio federal, puntualmente en programas enfocados en estudios de preinversión, en medio del impulso al nearshoring, así como en ejes de protección civil y desarrollo de proyectos sustentables.
Para la primera mitad de 2025 se tenía programada la erogación de 85 mil 296 millones 835 mil 69 pesos para el anexo “Recursos para la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático”; sin embargo, a junio de este año, se reportó el gasto de 59 mil 920 millones 359 mil 811, es decir, un avance del 70.2 por ciento, lo que convierte a este anexo en el de mayor retraso en el periodo referido.
Esta situación presupuestaria se da en medio de un contexto climático adverso para el país, como las intensas lluvias que cayeron desde finales de la semana pasada en la región de La Huasteca, afectando a estados como Veracruz, Puebla, Hidalgo, Querétaro y San Luis Potosí.
Desde el jueves, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) advirtió que las lluvias que ya se habían registrado entonces rompieron récord, pues, para el caso de Veracruz y Puebla, se identificó que las precipitaciones de 24 horas eran equivalentes a las de un mes, al superar acumulaciones de 300 milímetros.
A pesar de que estos periodos atípicos de lluvia han ayudado a incrementar el agua en las presas que abastecen a la población, se prevé que los efectos del cambio climático coloquen al país, en un futuro cercano, en un nuevo periodo de sequía severa, como la que sufrió el territorio mexicano en 2021.
En entrevista con La Razón, la doctora en estudios ambientales Fabiola Sosa mencionó que, aun con estas intensas precipitaciones, “seguramente, para el 2027, podríamos estar entrando nuevamente en periodos de sequía, porque no precipita lo suficiente para poder atender los requerimientos de agua que se suministran a través de complejos sistemas de trasvases en todo el país”.
Aunque las lluvias han sido extraordinarias este año, las condiciones de sequía en el país no han mejorado equiparablemente, pues mientras en 2024 el 37 por ciento de la superficie se encontraba afectada con algún grado de sequía, para este 2025 apenas bajó a 22.6 por ciento, con corte al 30 de septiembre.
De hecho, los informes del SMN apuntan a que, en el noroeste, oriente y zonas puntuales del sur y península de Yucatán, se registraron déficits de precipitación, por lo que las condiciones anormalmente secas y en los niveles moderado a severo aumentaron en estas regiones.
En medio del objetivo de atraer mayores inversiones al territorio mexicano, la ambientalista apuntó que resulta vital contar con toda la información que permita asegurar no sólo la llegada de las empresas, sino estudiar el impacto que tendrán en las comunidades en las que se ubicarán, particularmente en cuanto al uso de agua y consumo de energía.
Frente a un contexto internacional en donde potencias como Estados Unidos optan por apartarse de los compromisos medioambientales, consideró que México y otros países tienen la oportunidad de ocupar los espacios con mayores compromisos en la lucha contra el cambio climático, como la reducción de las emisiones.