Los diputados federales del PRI cuestionaron la Ley General en Materia de Extorsión, al advertir que, en los términos actuales, abrirá la puerta a la liberación de 500 delincuentes peligrosos en entidades como Chihuahua, Guerrero, Morelos, Nayarit y Quintana Roo, en donde las penas actuales son más altas que las previstas en esta nueva ley.
Por ello, el diputado Emilio Suárez Licona solicitó, a nombre de la bancada priista, que se lleven a cabo parlamentos abiertos y convocar a la sociedad, a los colegios de abogados y a las entidades federativas para tener una discusión más amplia y más profunda en la materia, pero Morena y aliados lo rechazaron.
Alejandro Domínguez Domínguez puntualizó que, si no se realizan cambios a la iniciativa, se agravará el problema de la inseguridad en el país, por lo que luego de anunciar el voto del PRI en abstención, llamó a la mayoría oficialista a corregir el texto.

Poder naval se fortifica: Inicia Semar renovación de su flota
De aprobarse en los términos propuestos, detalló, podrían salir libres entre 130 y 150 personas peligrosas sentenciadas por extorsión, tan solo en su estado, Chihuahua, lo que significaría más violencia y más víctimas en todo México.
El vicecoordinador parlamentario también destacó que el artículo 30 de la iniciativa repite disposiciones ya existentes en la Ley Federal para la Protección a Personas que Intervienen en el Procedimiento Penal, sin crear mecanismos nuevos ni recursos adicionales para salvaguardar a las víctimas.
“Es un copiar y pegar normativo que no aporta nada nuevo. No crea instrumentos reales ni mecanismos financieros que fortalezcan la seguridad. Así, la ley se convierte en un ejercicio de simulación”, subrayó.
El congresista lamentó que la propuesta de ley no defina plazos, etapas ni responsabilidades claras para la elaboración y ejecución de la Estrategia Nacional contra la Extorsión, lo que la convierte en una medida sin efectos reales. “Orden dada, no supervisada, se la lleva la chingada”, expresó, al señalar que la falta de seguimiento convierte cualquier norma en letra muerta y en una “mentira legislativa”.
Asimismo, advirtió que el dictamen contiene errores de técnica parlamentaria, como el uso inconsistente de términos jurídicos, la ausencia de reformas correlativas en otras leyes y redacciones ambiguas, que podrían generar confusión y arbitrariedad en su aplicación.
Previno que, por si fuera poco, la deficiente redacción de las agravantes podría permitir que incluso una protesta sindical o una manifestación laboral sea considerada extorsión, criminalizando el derecho a la libre expresión.
“Las prisas hacen cometer errores. No se cierren; déjense ayudar. Queremos fortalecer la seguridad de México, pero eso no se logra con leyes mal hechas ni con decisiones improvisadas. No tienen un cheque en blanco para poner en riesgo a los ciudadanos”, concluyeron Alejandro Domínguez, Emilio Suárez y Arturo Yáñez.
El diputado Emilio Suárez advirtió que esta dicha no prevé un presupuesto ni un fondo que garantice la restricción efectiva del daño. Tampoco se contemplan los recursos necesarios para que los Estados y especialmente los municipios implementen las estrategias de prevención previstas en la ley. indicó que, además, según la COPARMEX, en el sexenio pasado la extorsión empresarial creció 45.3 por ciento y desde el 2018 el delito ha aumentado 77.4 por ciento, con una cifra negra de casi el 96.7 por ciento.
Únete a nuestro canal de WhatsApp. En La Razón enviamos a tu celular lo más importante de México y el Mundo, recuerda que una persona informada siempre tiene La Razón.
LMCT

