Este año, del 1 de enero al 30 de septiembre de 2025, hubo 576 homicidios dolosos contra niñas, niños y adolescentes en México; es decir, más de dos al día en promedio, de acuerdo con el reporte de la Incidencia Delictiva del Fuero Común del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Aunque los homicidios dolosos contra personas de entre cero y 17 años a nivel nacional experimentaron una disminución de 21.2 por ciento los primeros nueve meses del año respecto al mismo periodo de 2024, la cifra aún coloca al país entre los peores escenarios a escala mundial.
- El Dato: Según Redim hasta 250 mil menores podrían estar en riesgo de ser utilizados para actividades ilícitas, por lo que urgió a legislar contra el narcoreclutamiento.
Un comparativo elaborado por la Red por los Derechos de la Infancia (Redim) reveló que México es la tercera nación con el mayor promedio diario de asesinatos de menores, sólo detrás de Palestina (136 casos) y Siria (tres); en ese ejercicio destaca, además, que nuestro país es el único del top siete que no está en guerra o en conflicto armado. Por debajo de México se encuentran Afganistán (dos), Yemen (1.5), Ucrania (0.7) e Iraq (0.6).

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Los datos oficiales reflejan que la ejecución de los homicidios dolosos contra menores en México está muy relacionada con el acceso a un arma de fuego: cuatro de cada cinco.
Guanajuato, Michoacán y Sinaloa fueron los estados en los que se registraron más homicidios dolosos de niñas, niños y adolescentes durante los meses referidos. Estas tres entidades concentraron tres de cada 10 homicidios dolosos de menores durante el mismo periodo de 2025.
Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), encabezó ayer la primera sesión ordinaria de la Comisión para poner fin a toda forma de violencia contra niñas, niños y adolescentes (Comprevnna).
- 4 de cada 5 crímenes se realizan con arma de fuego
Durante la reunión destacó: “Reafirmamos el compromiso de garantizar que este sector de la población viva con dignidad, en paz y con acceso pleno a sus derechos humanos”.
En este encuentro se presentaron los avances y la nueva agenda nacional para prevenir, atender, sancionar y erradicar las violencias que afectan a este sector de la población.
En su mensaje, la secretaria técnica de la Comprevnna, Lorena Villavicencio, comentó que el Estado mexicano inicia una nueva etapa de articulación nacional en favor de una República de y para la niñez y adolescencia y advirtió que persisten desafíos estructurales, como la prevalencia de violencias familiares y el alto número de homicidios de adolescentes.
Ahí se presentó el Plan de Trabajo 2025–2030, alineado al Programa Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes. Este instrumento articula las Rutas PAVIP, un modelo integral basado en cuatro ejes: prevención mediante entornos seguros y crianza positiva; atención a víctimas y fortalecimiento institucional; respuesta a violaciones graves como trata, desaparición y orfandad por feminicidio; y protección especial para población en movilidad, con discapacidad, en pobreza o perteneciente a pueblos indígenas.
Los homicidios contra menores de edad deben considerarse “no sólo como un delito, sino como una bajeza moral que debería tener repercusiones legales del más amplio espectro”, dijo la abogada especializada en derechos humanos de las infancias Vianey Martin del Campo.
Añadió que los asesinatos, pobreza y carencias en servicios educativos y de salud, son parte del grave escenario al que se enfrenta la niñez mexicana en la más reciente década y que “la falta de políticas públicas que garanticen escenarios más justos para las infancias empeora la calidad de vida de éstos”.
Llamó a combatir la creencia de que la educación y la seguridad deben ser marcadas desde el “adultocentrismo”, ya que esta práctica hace que los niños, niñas y adolescentes sean invisibilizados, y con ello cada vez hay más casos de violencia extremas hacia los menores, pues “los adultos no están siendo objetivos y han dejado de ver a las infancias como lo que son, para convertirlos en mini adultos, inmiscuidos en problemáticas sociales graves”.

