A horas de la inminente aplicación de aranceles de Estados Unidos, Canadá logró un acuerdo para “congelar” el amago comercial por un mes al comprometerse con el presidente Donald Trump a reforzar la frontera y frenar el flujo de fentanilo, lo que el magnate reconoció.
El gravamen de 25 por ciento a productos canadienses “se suspenderá durante al menos 30 días”, anunció el premier, Justin Trudeau, tras la segunda llamada telefónica que sostuvo ayer con el líder republicano y que calificó de “muy buena”, cuando su Gobierno ya se alistaba para una respuesta espejo ante la falta de optimismo de frenar la amenaza.
En su cuenta de X, detalló que, para impedir este golpe económico, Ottawa invertirá mil 300 millones en una fuerza conjunta permanente, al atender preocupaciones del país vecino. Tal estrategia contempla designar a los cárteles de la droga como grupos terroristas como también prevé Donald Trump en su nación, nombrar a un zar contra el fentanilo y desplegar a 10 mil efectivos para fortalecer la frontera que se extiende por más de ocho mil kilómetros —incluyendo aguas internacionales— para “combatir el crimen organizado, el fentanilo y el lavado de dinero”, prioridades que externó el magnate conservador incluso antes de asumir su segundo mandato.

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De esta forma Canadá aumenta recursos físicos y económicos para vigilar las 24 horas del día los límites territoriales para revertir la crisis de precursores químicos, por la que Trump culpa no sólo al vecino del norte sino a México y China — con amagos de una guerra comercial—, al redoblar la coordinación con Washington y poner en marcha un área de Inteligencia contra el contrabando, con una aportación de 200 millones de dólares.
Y destaca que el monto es 44 por ciento mayor a lo previsto hace meses cuando el gabinete presentó al zar fronterizo estadounidense, Tom Homan, la apuesta en medio de una crisis, tras la renuncia de la ministra de Finanzas, Chrystia Free-land, ahora candidata a suceder a Justin Trudeau como premier.
Aquella ocasión el ministro de Seguridad Pública, Dominic LeBlanc, planteó aportar casi 900 millones de dólares a esta fuerza contra la migración y las drogas para evitar los gravámenes graduales de 25 y hasta 100 por ciento si se negaba a cooperar, escenario ante el que finalmente el primer ministro cedió, luego de que a finales del año pasado ordenara enviar drones, helicópteros Black Hawk y hasta equipo canino para respaldar a agentes fronterizos en dicha tarea.
Tras la celebración canadiense por el retraso hasta el 4 de marzo y ante la incertidumbre global, pues también agitó mercados europeos y asiáticos, Donald Trump expuso en redes sociales que se alcanzó un trato “satisfactorio” para pausar temporalmente esos impuestos.
Tras enlistar los compromisos fronterizos del vecino reconoció el interés para garantizar “una frontera segura” y combatir a grupos del narcotráfico, responsables del flujo ilegal de fentanilo que, sostiene, “mata a cientos de miles de estadounidenses y destruye familias y comunidades”, pero sin abundar en fallas internas ante tal consumo.
Sin embargo, la negociación no garantiza el fin de los aranceles; el magnate insistió que todo sigue sobre la mesa, lo que mantiene la tensión mundial desde que retornó al poder.
Y destaca que en Canadá se alistaban para una contención frontal no sólo contra productos de EU sino contra sus empresas y una especie de boicot ciudadano al cancelar viajes a la frontera sur o al país vecino tras el llamado a consumir lo local para sumarse a la respuesta nacional, aunque por la noche se observó la zona abarrotada con filas de autos.
El premier de Ontario, Doug Ford, quien anticipó que retirarían las bebidas alcohólicas de EU de sus vitrinas para impulsar a destilerías locales, asestó que irían más allá para “ganar” esta guerra arancelaria y prohibió hacer contratos con firmas de la potencia. Puso el ejemplo en la materia al cancelar un acuerdo con Starlink, proyecto de Internet de banda ancha de Elon Musk, aliado de Trump e integrante de su gabinete, lo que quedó en duda, pues ante la pausa de gravámenes sólo dijo que habría un alivio para la industria nacional sin detallar si prevalecería el cerrojo anunciado.
En medio de los choques, otros socios prevén enfrentar escenarios similares. Gobiernos de la Unión Europea (UE) dialogaron ayer sobre la amenaza latente al advertir que responderán con firmeza ante acciones arbitrarias, tema en el que Francia y Alemania afirman que no se quedarán de brazos cruzados ante un líder que busca someterlos como ya intentó con México, Canadá y China, y se reveló que hoy mismo converse con su homólogo oriental, Xi Jinping, para definir si van o no los aranceles por los que Beijing demandaría a Washington.

