La disputa por un alto al fuego en Ucrania persiste entre la nación invadida y Estados Unidos con nuevas conversaciones tensas que contrastan con la relación entre la potencia y Rusia, la exigencia de bajarle a la frontalidad y otro intento de forzarla a firmar un plan adverso, que incluyen ceder recursos.
Tras el choque de declaraciones entre los presidentes Volodimir Zelenski y Donald Trump, el primero de éstos recibió al enviado de Washington, Keith Kellogg. Dialogaron sobre las garantías irrefutables de seguridad y temas económicos de cara al tercer aniversario del conflicto, pero medios calificaron dicho paso como “frío”, por la distancia entre los políticos, pese a que el anfitrión reconoció su interés por un acuerdo de paz “fuerte” y “duradero”, así como la liberación de prisioneros tras ver una ligera esperanza, pero el diario Kiev Independent exhibió una retórica hostil mayor desde EU.
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Se esperaba un consenso al concluir esta cita; sin embargo, la conferencia fue cancelada de último minuto, lo que hace dudar de los posibles avances en la negociación en la que Washington le da preferencia al régimen de Vladimir Putin, pues se niega a reconocerlo como el invasor o el agresor y el líder republicano admitió que el Kremlin tiene “mejores cartas” para lograr un acuerdo, pues va ganando en el tema territorial, al adueñarse de cuatro regiones ucranianas.
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Y en la misma jornada escaló la presión a Kiev. En entrevista con Fox News, el asesor de Seguridad Nacional de Trump, Mike Waltz, exhortó al ucraniano a cuidar sus declaraciones y “bajar el tono” si quiere la paz, anticipando que está en desventaja para imponer condiciones, pues hasta admitió cierta frustración por la postura de Zelenski.
En tanto, la Casa Blanca recriminó a Ucrania que no aprovechar esta oportunidad “increíble e histórica”, al exponer que la única vía para lograr el cese de los bombardeos que comenzaron el 24 de febrero del 2022 es firmar lo que pide EU, que insiste en negociar sólo con Moscú. Al respecto, el portal Axios documentó que el magnate y aliados tratan de resucitar un borrador que el secretario de Comercio, Howard Lutnick, le hizo llegar a Zelenski hace días, al corregirlo a un nivel “mejorado”, para garantizar que EU obtendrá recursos ucranianos, como minerales y energéticos en supuesta compensación por el gasto hecho.
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Por separado, el vicepresidente de EU, JD Vance, defendió el plan de Trump al elogiar que por primera vez en casi tres años están “al borde de la paz”, en un nuevo empujón a la nación invadida, al señalar que sus armas ya no bastan.
Y, pese a la incertidumbre, líderes europeos planean reuniones para obtener las garantías de seguridad que exige Ucrania en un claro cierre de filas por ese país y la región. Se ratificó que aliados, como el presidente galo Emmanuel Macron, viajarán a Estados Unidos para presentar algunas propuestas a Donald Trump como el despligue de tropas de paz, mientras que otros, entre ellos la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, acudirán a Kiev en otro claro espaldarazo a Volodimir Zelenski con motivo del tercer año de la invasión.
