Las autoridades estadounidenses mantienen las labores de búsqueda en el río Hudson, tras el accidente de un helicóptero turístico ocurrido el jueves 10 de abril, en el que murieron seis personas: cinco miembros de una familia española y el piloto de la aeronave.
Según la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés), buzos equipados con sonar buscan piezas del helicóptero Bell 206 LongRanger IV, entre ellas los rotores principal y trasero, la transmisión, el techo y la cola.
Estas partes aún no han sido localizadas, pese a los intensos operativos desplegados en la zona entre Manhattan y Nueva Jersey.

La presidenta de la NTSB, Jennifer Homendy, informó que 17 personas —incluidos 10 investigadores— fueron asignadas al caso, y que la investigación se encuentra en sus primeras etapas.
“Todo está sobre la mesa. No descartamos nada”, señaló, según reportó la agencia Associated Press. Por el momento, no se han adelantado hipótesis sobre las causas del siniestro.
El helicóptero despegó a las 15:00 horas desde un helipuerto en el Bajo Manhattan y cayó al agua aproximadamente 15 minutos después, tras sobrevolar la Estatua de la Libertad y girar cerca del puente George Washington. Testigos indicaron que el rotor principal se desprendió durante el vuelo y varios videos mostraron partes de la aeronave cayendo.
Entre las víctimas se encontraba Agustín Escobar, alto ejecutivo de Siemens, su esposa Mercè Camprubí y sus tres hijos menores de edad.
El piloto, Seankese Johnson, era un veterano de la Marina de Estados Unidos con licencia comercial desde 2023 y alrededor de 800 horas de vuelo, según datos de la Administración Federal de Aviación.
De acuerdo con Europa Press, los familiares de los fallecidos ya se encuentran en Nueva York para realizar los trámites de repatriación y han solicitado respeto a su privacidad mientras se organiza la ceremonia de despedida.
Por otro lado, el operador del vuelo, New York Helicopter, lamentó la tragedia y aseguró que la seguridad “siempre ha sido la piedra angular” de sus operaciones. La empresa había salido de la bancarrota en 2022 y enfrentaba demandas previas por impagos, según medios locales.
A propósito del incidente, algunos funcionarios y activistas han reiterado su petición de limitar los vuelos turísticos sobre Manhattan. Sin embargo, el alcalde Eric Adams pidió esperar los resultados de la investigación antes de tomar decisiones al respecto.
Información de Associated Press y Europa Press.
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