Estados Unidos y China acordaron reducir por 90 días los aranceles recíprocos que se impusieron y que provocaron incertidumbre en los mercados financieros globales. El representante de Comercio estadounidense, Jamieson Greer, indicó que su gobierno acordó reducir su tasa arancelaria del 145 por ciento impuesta por Donald Trump el mes pasado al 30 por ciento y el país asiático acordó bajar su tasa sobre los productos estadounidenses al 10 por ciento desde el 125 por ciento previo.
Sin embargo, la desescalada en las guerras comerciales del presidente Donald Trump no resolvió las diferencias subyacentes entre Pekín y Washington.
- EL Dato: Sólo en abril Estados Unidos recaudó 16 mil 300 mdd en aranceles aduaneros, la cifra más alta registrada para un solo mes, según informó el Wall Street Journal.
Aunque el acuerdo crea tiempo para que los negociadores de ambos países lleguen a un trato más sustantivo, la pausa deja los aranceles en una tasa todavía superior a la que se tenía previo a la llegada de Trump a la Casa Blanca, por lo que las empresas e inversores deben lidiar con la incertidumbre sobre si la tregua durará.

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Greer y el secretario del Tesoro, Scott Bessent, anunciaron las reducciones arancelarias en una conferencia de prensa celebrada en Ginebra, Suiza.
- 115 Puntos porcentuales bajó el arancel EU a China
- 660 Mil mdd fue el intercambio de ambas potencias en 2024
Los dos funcionarios adoptaron un tono positivo al señalar que los dos países habían establecido consultas para continuar tratando sus problemas comerciales. Bessent dijo que los aranceles de tres dígitos que las dos potencias impusieron el mes pasado —en una escalada de tensiones iniciada por Trump— son “el equivalente a un embargo, y ninguna de las partes quiere eso. Queremos comercio”.
El arancel de 30 por ciento que Trump impuso a los productos chinos incluye un gravamen existente del 20 por ciento que busca presionar a China para que tome más medidas para evitar la entrada del fentanilo a Estados Unidos.
Asimismo, incluye el mismo arancel de referencia del 10 por ciento que el mandatario de Estados Unidos aplicó a las importaciones de la mayoría de los países del mundo. El impuesto del 30 por ciento se suma a otros gravámenes a China, incluyendo algunos remanentes del primer mandato de Trump y mantenidos por el expresidente Joe Biden.
Estados Unidos aumentó el arancel combinado al 145 por ciento el mes pasado, por las represalias de China, antes de dar marcha atrás ayer.
- El Tip: Tras el acuerdo, el oro cayó este lunes alrededor de 3.0% a mínimos, luego de que el dólar se fortaleciera y le quitara atractivo al metal dorado.
La declaración conjunta emitida por los dos países dijo que China también acordó suspender o eliminar otras medidas que ha tomado desde el 2 de abril en respuesta a los aranceles de Estados Unidos. China ha aumentado los controles de exportación sobre tierras raras, incluidas algunas críticas para la industria de defensa, y ha añadido más empresas estadounidenses a sus listas de control de exportaciones y de entidades no confiables, restringiendo sus negocios con y en China.
Adolfo Laborde, profesor investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), expuso en entrevista con La Razón, que Estados Unidos tuvo que llegar a un acuerdo con China por las presiones que “han ejercido varios círculos empresariales” y que la economía estadounidense ha tenido retrocesos, así como a la disminución de la popularidad de Donald Trump.
Además, el “establecimiento de una estrategia de largo plazo de China” obligó a los equipos técnicos a negociar el acuerdo al que se llegó, aunque el especialista añadió que sigue existiendo un arancel de 30 por ciento más el arancel del acero y aluminio o el que se tiene en el sector automotriz.
En ese escenario, China seguirá con un problema para sus exportaciones, y tendrá que devaluar su moneda o bajar los precios de las mercancías, indicó.
“Eso es lo que va a suceder y ¿cómo lo puede sortear? A través de un sistema de créditos a las empresas exportadoras, créditos fiscales, devolución de algún tipo de impuesto, excepción en algunos otros o bien reducción de costos en logística o tributación, puede, porque ya lo ha hecho, tiene un superávit comercial y excedentes comerciales que le permiten bajar sus costos de producción, de sus ganancias y establecer una estrategia para ajustarse a los precios que se venía manejando previo a esta escalada comercial”, añadió.
El profesor del CIDE destacó que el convenio entre ambas naciones le quita presión al comercio mundial, pero especialmente a los inversionistas y a las empresas que venden en Estados Unidos a través de diversas modalidades.
“Va a dar certidumbre por lo menos en tres meses para los siguientes pedidos y les va a ayudar a las empresas a tener espacio para la proyección de sus cálculos en sus productos. Y no solamente en eso, sino un ajuste en sus procesos para poder competir en precio y evitar que se salga de las manos y los compradores en Estados Unidos les dejen de comprar, porque, además, no hay productos sustitutos”, puntualizó.
Disminuye impacto. Por su parte, funcionarios de la Reserva Federal (Fed) de EU dijeron que la reducción de tarifas arancelarias a la importación disminuirá el impacto de la guerra comercial entre ambos países, aunque los gravámenes que quedan en vigor siguen siendo elevados y dejarán una huella en la economía.
La gobernadora de la Fed, Adriana Kugler, dijo que la pausa de 90 días en los gravámenes a la importación a niveles que amenazaban con paralizar el comercio bilateral reduce las posibilidades de que el banco central estadounidense tenga que bajar las tasas de interés en respuesta a una desaceleración económica.
El resultado de las reuniones del fin de semana entre funcionarios chinos y estadounidenses “obviamente... es una mejora en lo que respecta al comercio entre los dos países”, dijo Kugler en un simposio del Banco Central de Irlanda en Dublín.
Aseguró que las tasas arancelarias siguen siendo “bastante elevadas” y que esperaba “sin duda un aumento de los precios y una desaceleración de la economía” como resultado. Sin embargo, espera que estos efectos sean más moderados: “En cierto sentido, mi escenario base puede haber cambiado en cuanto a la medida en que necesitamos utilizar nuestras herramientas, y la magnitud”.
El presidente de la Fed de Chicago, Austan Goolsbee, coincidió en que el acuerdo del fin de semana reduciría el impacto de los aranceles en la economía, por ahora.
“Definitivamente tiene menos impacto en la estanflación que el camino que estaban siguiendo”. Pero la tasa arancelaria es “de tres a cinco veces superior a la anterior, por lo que tendrá un impulso estanflacionario en la economía. Hará que el crecimiento sea más lento y que suban los precios”.

