Rusia llevó a cabo su mayor ofensiva nocturna con drones desde el inicio del conflicto hace más de tres años, al lanzar 479 aparatos no tripulados y 20 misiles contra distintas regiones de Ucrania entre el domingo pasado y ayer.
La fuerza aérea ucraniana reportó haber derribado 460 drones y 19 misiles, mientras que sólo 10 proyectiles lograron impactar sus objetivos, causando una persona herida. Esta escalada forma parte de la ofensiva rusa de verano, que coincide con el estancamiento en las conversaciones de paz entre Kiev y Moscú.
El ataque tuvo como principal objetivo un aeródromo militar en la ciudad de Dubno, en el oeste de Ucrania, cerca de la frontera con Polonia. Aunque las autoridades locales confirmaron algunos daños, no se ofrecieron detalles específicos.

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El portavoz de la fuerza aérea ucraniana, Yuriy Ihnat, subrayó que el aeródromo fue uno de los blancos principales. En respuesta, Polonia y sus aliados activaron aeronaves para garantizar la seguridad de su espacio aéreo.
Asimismo, en un raro gesto de cooperación, ambas naciones llevaron a cabo ayer un nuevo intercambio de prisioneros de guerra.