Los habitantes de Texas, Estados Unidos, fueron víctimas de inundaciones masivas ocasionadas por las fuertes lluvias desde la noche del jueves hasta la mañana del viernes, las cuales han dejado al menos seis muertos y decenas de personas rescatadas.
De acuerdo con agencias internacionales, las fuertes lluvias provocaron que el Río Guadalupe alcanzara alturas históricas (de hasta 29 pies) y se desbordara, lo cual llevó a que autoridades desalojaran a los habitantes de poblados cercanos durante la madrugada.
“Esto ocurrió de noche, cuando la gente dormía, por favor recen por nuestra comunidad”, dijo el alcalde de Kerrville, Texas, Joe Herring Jr., durante una conferencia de prensa.
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El juez del condado, Rob Kelly, confirmó la muerte de seis personas, aunque advirtió que el número podría aumentar conforme avancen las labores de búsqueda y recuperación, que continúan este viernes con apoyo estatal y federal.
“No sabíamos que iba a ser una inundación así… Kerr County no cuenta con un sistema de alertas”, agregó Kelly.

Las lluvias comenzaron la noche del jueves y, en menos de 12 horas, cayeron entre 5 y 11 pulgadas de agua, superando por completo la capacidad de absorción de los suelos, que estaban resecos por la sequía.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) emitió al menos cinco alertas de emergencia por inundación súbita para los condados de Kerr, Kendall y Tom Green.

En Kerrville, ciudad de 25 mil habitantes y epicentro del desastre, las autoridades declararon estado de desastre, cancelaron las celebraciones del Día de la Independencia y habilitaron refugios en una iglesia local y un centro de reunificación en un Walmart.
En Comfort, las evacuaciones fueron obligatorias a partir de las 8 a.m., cuando el agua comenzó a ingresar a viviendas en zonas bajas.
En paralelo, el gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó el despliegue de la Guardia Nacional, equipos de rescate en aguas rápidas, helicópteros Blackhawk, unidades del Departamento de Seguridad Pública, y brigadas para monitoreo de carreteras y restauración de servicios básicos. “La prioridad inmediata es salvar vidas”, afirmó el mandatario en X.
Los apagones también afectaron a más de 2,600 usuarios, especialmente en zonas como Center Point y el sureste de Kerrville, donde los cables caídos dificultan las labores de reparación.
El NWS advirtió que las tormentas continuarán durante parte del viernes, con hasta 5 pulgadas adicionales de lluvia en algunos sectores, lo que podría agravar aún más la situación.
Las autoridades piden a la población no cruzar caminos inundados, permanecer en lugares seguros y atender las indicaciones de emergencia. El condado entero sigue bajo alerta por inundación.
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