En la reciente cumbre celebrada en Río de Janeiro, los países miembros del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, junto con nuevos integrantes como Egipto, Etiopía, Irán, Indonesia y Emiratos Árabes Unidos) alzaron la voz contra las amenazas arancelarias del presidente de EU Donald Trump, quien advirtió sobre la imposición de un arancel del 10% a naciones que adopten políticas “antiamericanas”. La postura del bloque fue firme: rechazan la presión de Washington y reafirman su compromiso con una arquitectura económica multilateral.
Por su parte, el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, lideró las críticas al declarar que el mundo “no necesita un emperador”, en referencia directa al magnate. Lula señaló que los BRICS representan una alternativa global que busca una organización más equitativa del comercio y la economía, basada en la cooperación y el respeto entre naciones. El mandatario reiteró además la urgencia de diversificar las monedas utilizadas en las transacciones comerciales internacionales, reduciendo la dependencia del dólar estadounidense.
- El Dato: No está claro si Trump buscará aplicar sanciones generalizadas o si optará por acuerdos bilaterales condicionados. En cualquier caso, el bloque BRICS no aceptará imposiciones.
La advertencia de Trump fue publicada el domingo pasado por la noche en su plataforma Truth Social, justo cuando Estados Unidos se prepara para cerrar decenas de acuerdos comerciales antes del 9 de julio, fecha límite impuesta por su administración para evitar una batería de nuevos aranceles. Aunque el arancel del 10% contra los BRICS no se implementará de inmediato, fuentes cercanas al presidente afirmaron que la medida sigue vigente como herramienta de presión política y económica.
En la misma publicación, el mandatario de EU condicionó futuros acuerdos a que los países eviten alineamientos ideológicos contrarios a sus intereses. Estas declaraciones fueron calificadas como coercitivas por múltiples líderes del BRICS. El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, expresó que “los aranceles no deben usarse como herramientas de castigo”, y añadió que el bloque busca acuerdos equilibrados y respetuosos.
China, por medio de la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mao Ning, subrayó que los BRICS “no se dirigen contra ningún país” y abogan por una cooperación “mutuamente beneficiosa”. Rusia, a través de un vocero del Kremlin, destacó que su participación en el bloque está guiada por una visión compartida de orden global, alejada de las confrontaciones.
- 10 por ciento de arancel a países que adopten políticas “antiamericanas”
- 30 países están interesados en participar en los BRICS, como miembros o socios
Presión estadounidense. La expansión del bloque BRICS en los últimos años ha generado incomodidad en Occidente. Nuevos socios como Arabia Saudita, aún en proceso de adhesión formal, Nigeria, Malasia, Kazajstán y Vietnam, entre otros, se han mostrado interesados en sumarse a esta plataforma emergente que plantea una alternativa al dominio de los mercados tradicionales.
A su vez, Indonesia, uno de los países que negocia directamente con EU, ofreció a Washington reducir drásticamente los aranceles a sus productos y aumentar significativamente la importación de trigo estadounidense por un valor estimado en 500 millones de dólares. El objetivo: evitar un nuevo arancel del 32% que afectaría sus exportaciones clave. En tanto, el ministro de Economía indonesio, Airlangga Hartarto, viajará a Estados Unidos esta semana para continuar con las negociaciones.
Malasia, por su parte, fue recientemente objeto de un arancel del 24% que fue suspendido temporalmente. Su gobierno reafirmó su autonomía económica y rechazó alinearse con cualquier bloque por motivos ideológicos. En tanto, Vietnam, que recientemente firmó un acuerdo con EU, también se encuentra en una posición estratégica, intentando mantener relaciones bilaterales sin sacrificar su vínculo con los BRICS.
- El Tip: Los BRICS, con su creciente peso económico y geopolítico, se perfilan como fuerza decisiva en la redefinición del orden internacional.
Los BRICS se han consolidado como un contrapeso a los foros tradicionales como el G7 o el G20, muchas veces paralizados por divisiones internas. Para Lula, “los BRICS son una oportunidad para países que han sido históricamente marginados en la toma de decisiones económicas internacionales”.
La política exterior de Trump, basada en el lema “Estados Unidos primero”, ha sido criticada incluso por antiguos aliados. Pues Expertos señalan que vincular comercio con afinidades ideológicas puede socavar décadas de cooperación multilateral. Sin embargo, la amenaza arancelaria contra los BRICS, lejos de intimidar al bloque, ha reforzado su narrativa de independencia y su atractivo para otras naciones.
Por ello, más de 30 países han expresado formalmente su deseo de integrarse como miembros o socios, atraídos por la posibilidad de establecer vínculos financieros, tecnológicos y comerciales al margen de instituciones dominadas por EU.
