La Franja de Gaza vive uno de los episodios más graves de emergencia alimentaria de su historia reciente. Las tasas de desnutrición infantil se han duplicado desde que Israel intensificó su bloqueo en marzo pasado, impidiendo la entrada de alimentos y bienes esenciales. Según datos difundidos ayer por Naciones Unidas, el 10.2% de los niños examinados por la UNRWA, la principal agencia de la ONU para los refugiados palestinos, presentan desnutrición aguda, una cifra que apenas tres meses antes era del 5.5%.
A su vez, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) también ha alertado de un crecimiento alarmante. Documentó 5,870 casos en junio, más del doble de los registrados en febrero. Ambos organismos coinciden en advertir que la situación evoluciona hacia una hambruna generalizada. Desde que Israel rompió el alto al fuego en marzo, más de dos millones de palestinos han visto reducido su acceso a alimentos, agua y asistencia médica.
- El Dato: La ONU mantiene su llamado a abrir investigaciones sobre cada asesinato, en especial de los vinculados a la entrega de ayuda humanitaria.
Toda vez, que Israel ha justificado el endurecimiento del bloqueo como una estrategia para presionar a Hamas y lograr la liberación de rehenes. Sin embargo, la distribución de la escasa ayuda humanitaria permitida ha sido extremadamente limitada. Según la agencia COGAT, Israel ha autorizado un promedio de apenas 69 camiones diarios, cuando Naciones Unidas sostiene que se necesitan varios cientos.
El hambre ha cobrado víctimas mortales de forma directa: al menos 875 personas han muerto por disparos israelíes mientras intentaban obtener ayuda humanitaria, según el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos. De ellas, 674 fueron abatidas en las inmediaciones de los centros de distribución de alimentos de la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), una organización respaldada por Estados Unidos e Israel.
En muchos de estos casos, testigos aseguran que las tropas israelíes abrieron fuego real para dispersar a las multitudes hambrientas. Israel, por su parte, afirma haber realizado “disparos de advertencia” contra personas que se acercaban de manera “sospechosa”. GHF ha negado enfrentamientos en sus instalaciones, mientras la ONU exige investigaciones independientes por cada asesinato.
- El Tip: La comunidad internacional, dividida entre intervenir y la presión popular. Debe actuar o ser espectadora del genocidio.
Los bombardeos tampoco cesan. En las últimas 24 horas, los ataques aéreos israelíes han causado la muerte de 93 personas, incluidos numerosos menores, según el Ministerio de Salud de Gaza. El Hospital Shifa reportó que un ataque en el distrito de Tel al-Hawa mató a 19 integrantes de una misma familia, incluidos ocho mujeres y seis niños. Otro bombardeo en el campo de refugiados de Shati acabó con la vida de un legislador de Hamas y de una familia entera.
Europa presiona sin avances. Por su parte, la jefa de política exterior de la Unión Europea, Kaja Kallas, aseguró ayer que los pasos fronterizos se han abierto parcialmente y que ha comenzado a entrar más ayuda. No obstante, reconoció que la situación es “insostenible” y reclamó nuevas medidas de Israel para garantizar el suministro de alimentos y combustible. La UE insiste en que no colaborará con la Fundación Humanitaria para Gaza, al considerar problemáticos los vínculos de esta organización con el gobierno israelí.
En tanto, países como Irlanda, España y Países Bajos han pedido reevaluar los vínculos con Israel. Un informe de la Comisión Europea halló indicios de que Israel viola sus obligaciones en materia de derechos humanos, lo que ha aumentado la presión pública. A su vez, el ministro holandés Caspar Veldkamp declaró que ese impulso colectivo fue clave para forjar un reciente, aunque aún impreciso, acuerdo humanitario.
En ese sentido, protestas regulares en ciudades europeas, como la realizada frente al Consejo Europeo ayer, muestran el creciente malestar popular con la campaña militar israelí. Activistas de derechos humanos advierten que la inacción europea puede convertirse en complicidad. Por su parte, Amnistía Internacional, a través de su secretaria general Agnès Callamard, denunció la actitud del bloque como “más que cobardía política” y advirtió sobre el peligro de premiar a perpetradores de crímenes atroces.
- 5,600 personas han resultado heridos al buscar alimentos
- 58,300 han sido asesinados por Israel desde 2023
Mientras tanto, en Bogotá, una conferencia internacional convocada por Colombia y Sudáfrica reunió a delegados de 30 países, en su mayoría del Sur Global, para discutir vías diplomáticas y judiciales que frenen la ofensiva. La relatora especial de la ONU para Gaza, Francesca Albanese, instó a los gobiernos del mundo a cortar sus vínculos con Israel y responsabilizarlo del “genocidio en curso”.
Sudáfrica, con una historia marcada por el apartheid, comparó la ocupación israelí con su propio pasado de represión. Junto con Colombia, suspendió exportaciones de carbón a Israel y se comprometió a cumplir con las órdenes de arresto emitidas por la Corte Penal Internacional contra Benjamin Netanyahu.
No obstante, la influencia de estas naciones sobre la política israelí es limitada. “Estados Unidos no ha logrado influir en el comportamiento de Israel; pensar que lo harán estos países es ingenuo”, dijo la analista Sandra Borda. Pese a ello, valoró el gesto como un esfuerzo por posicionar al Sur Global en el debate.
