El mandatario estadounidense, Donald Trump, pidió ayer a un tribunal federal que ordene una declaración inmediata de Rupert Murdoch, magnate de los medios y accionista de News Corp, en el marco de la demanda por difamación que el presidente presentó contra el Wall Street Journal. El conflicto gira en torno a un artículo del 17 de julio que vincula a Trump con una supuesta carta enviada al delincuente sexual Jeffrey Epstein en 2003.
La demanda, interpuesta el 18 de julio pasado, acusa al diario y a sus reporteros de publicar falsedades con intención de dañar su reputación. Según la querella, el artículo alude a un saludo de cumpleaños que incluiría un dibujo de carácter sexual y menciones a “secretos compartidos”. Trump rechaza la autenticidad del documento y sostiene que, previo a la publicación, advirtió directamente a Murdoch que la carta era falsa. El empresario, afirma, le aseguró que “se encargaría del asunto”.
- El Tip: A pesar de los esfuerzos de Trump por desligarse del escándalo, conexiones y omisiones mantienen el tema en el debate público.
Los abogados del mandatario argumentan que esa interacción refuerza el estándar de “real malicia” que debe probarse en un caso por difamación pública, además del pago de 10 mil millones de dólares en daños y perjuicios. En la solicitud formal ante el juez Darrin Gayles, pidieron que Murdoch testifique en un plazo de 15 días. El magistrado ordenó al directivo de 94 años responder antes del 4 de agosto.

Escala tensión EU-Venezuela
Hasta el momento, ni News Corp ni portavoces de Murdoch han emitido declaraciones. Dow Jones, editora del diario, adelantó que defenderá con firmeza el contenido del reportaje.
En medio del escándalo, Trump reiteró que nunca visitó la isla privada de Epstein, ubicada en las Islas Vírgenes Estadounidenses, y afirmó que declinó una invitación. “Nunca tuve el privilegio de ir, y lo rechacé. Fue una de mis mejores decisiones”, sostuvo en conferencia en Escocia.
Años atrás, Trump y Epstein frecuentaron los mismos círculos sociales, pero el presidente afirma que la amistad terminó cuando el financiero intentó contratar personal que trabajaba para él. “Lo eché. Le dije: ‘No vuelvas a hacer eso’. Lo volvió a hacer y lo expulsé de mi club”, relató.
La semana pasada, Steven Cheung, portavoz de la Casa Blanca, señaló que Trump rompió la relación por considerar a Epstein un “canalla”. El mandatario ha negado haber viajado en el avión privado del magnate, aunque registros de vuelo muestran al menos seis trayectos compartidos entre 1991 y 2005. Ninguno con destino a la isla.
El caso ha revivido la controversia sobre los documentos sellados del Departamento de Justicia relacionados con Epstein. Este mes se concluyó que no hay fundamento para continuar con las indagatorias.
Ese giro ha indignado a seguidores del presidente y a sus críticos en el Congreso, quienes acusan al gobierno de proteger a élites involucradas en la red de explotación sexual. Trump, por su parte, insistió ayer en que el artículo del Wall Street Journal es parte de una “farsa sobredimensionada” y ordenó a la fiscal general Pam Bondi solicitar la publicación de las transcripciones del gran jurado.
Por su parte, el vicepresidente, J.D. Vance, también abordó el tema durante un acto en Ohio: “El presidente ha sido claro. Queremos transparencia total”, aseguró.

