Zelenski alerta sobre expansión militar rusa

“No hay garantías de seguridad salvo los amigos y las armas”

Ante la ONU, Zelenski defiende el rearme; aunque advierte carrera armamentista más destructiva de la historia; EU pide a Rusia medidas más significativas para la paz en Ucrania

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski en la 80.ª Asamblea General de las Naciones Unidas, ayer.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski en la 80.ª Asamblea General de las Naciones Unidas, ayer. Foto›Reuters

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, advirtió en la Asamblea General de Naciones Unidas que el mundo atraviesa “la carrera armamentista más destructiva de la historia” y que el conflicto no se limita a su territorio. El líder ucraniano afirmó que los drones rusos ya sobrevuelan Europa y acusó a Vladimir Putin de expandir la ofensiva a países de la OTAN. “Ucrania es sólo el comienzo y ahora los drones rusos ya están volando por Europa”, subrayó en un mensaje que buscó movilizar a la comunidad internacional.

Zelenski alertó que la innovación en inteligencia artificial aplicada al campo de batalla puede derivar en escenarios catastróficos. “Detener a Rusia ahora es más barato que preguntarse quién será el primero en crear un simple avión no tripulado con una ojiva nuclear”, dijo, instando a los Estados a establecer normas que limiten el desarrollo de armamento autónomo.

  • El Dato: Ucrania combate hace más de tres años desde la invasión a gran escala de Rusia, es el mayor conflicto en Europa después de la Segunda Guerra Mundial.

La intervención del mandatario ucraniano coincidió con una decisión de gran simbolismo: Kiev abrirá la exportación de armas hacia sus aliados, flexibilizando restricciones que durante años buscaban evitar que su tecnología cayera en manos enemigas. “Estamos listos para que nuestras armas modernas se conviertan en su seguridad moderna. Hemos decidido abrir la exportación de armas, sistemas probados en una guerra real cuando todas las instituciones internacionales fracasaron”, aseguró.

Con este anuncio, Zelenski marcó un punto de inflexión. Ucrania ya no sólo depende del suministro occidental para resistir, sino que busca convertirse en proveedor de seguridad para sus socios, lo que, según el líder de Ucrania responde a la “realidad enfermiza” de un mundo donde la paz requiere capacidad de disuasión.

  • el Tip: Zelenski no hizo comentarios sobre el sorpresivo giro de la postura de Trump, se limitó a decir que tuvo “una buena reunión”.

EL GIRO DE TRUMP. Las declaraciones del líder ucraniano estuvieron enmarcadas por un encuentro clave: su reunión con Donald Trump en Nueva York, realizada un día antes de la intervención en Naciones Unidas. El magnate sorprendió al afirmar que Ucrania puede recuperar todo el territorio perdido desde 2022, en un viraje radical respecto a su insistencia previa en que Kiev debía ceder posiciones para detener la guerra.

Trump respaldó incluso derribar aviones de combate rusos que ingresen en el espacio aéreo de la OTAN y definió a Rusia como un “tigre de papel”. Según el republicano, una verdadera potencia militar habría concluido la invasión en cuestión de días. La retórica encendió la respuesta inmediata del Kremlin: Dmitri Peskov, portavoz presidencial, replicó que Rusia es un “oso real” y que “no hay osos de papel”.

El cambio de tono del multimillonario fue interpretado por observadores como un intento de proyectar dureza tras meses de presiones internas y externas. Sin embargo, en la práctica, su gobierno no ha incrementado la ayuda militar a Kiev más allá de la venta de armas. El propio vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, admitió que el mandatario está “increíblemente impaciente” con Moscú y que no percibe una voluntad genuina de negociación.

Aun así, Trump mantiene la postura de que Europa debe asumir una mayor carga del esfuerzo bélico. Hasta ahora, su administración no ha aprobado sanciones adicionales ni programas extraordinarios de asistencia, lo que genera incertidumbre sobre el apoyo occidental.

La jornada de ayer también estuvo marcada por contactos diplomáticos en Nueva York. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en un encuentro que duró unos 50 minutos. Según el Departamento de Estado, Rubio reiteró la necesidad de que Moscú adopte “medidas significativas” para lograr la paz en Ucrania y subrayó el llamado de Trump a poner fin a las matanzas.

El encuentro, celebrado en un hotel cercano a la sede de la ONU, fue el primero desde julio pasado. El Kremlin no ofreció detalles extensos, aunque insistió en que Ucrania “está en una posición mucho peor en el frente” y que su situación “sólo empeorará”.

Asimismo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dialogó con el primer ministro chino, Li Qiang, para pedir que Pekín use su influencia sobre Moscú y lo empuje a negociar. La funcionaria afirmó que “ahora es el momento de la diplomacia” y que tanto Europa como China comparten el interés de mantener la paz mundial.

Von der Leyen también puso sobre la mesa un tema sensible: el desequilibrio comercial entre el bloque europeo y China. Insistió en que Pekín debe eliminar barreras y distorsiones que limitan el acceso de empresas europeas a su mercado y agradeció la disposición al diálogo, aunque subrayó que son necesarias “acciones concretas”. En su opinión, la relación bilateral se encuentra en un punto de inflexión que exige decisiones inmediatas.

En tanto, el portavoz Dmitri Peskov defendió que las operaciones rusas se desarrollan con cautela para “minimizar las bajas”, con el argumento de que es preferible extender el conflicto en el tiempo antes que acelerar y aumentar el número de muertos. “Son acciones muy sopesadas”, dijo, en contraste con la percepción de Trump de que Rusia se estanca sin rumbo.

También el Kremlin calificó como un error que Washington aliente a Ucrania a recuperar los territorios ocupados. Según Peskov, esa tesis es equivocada y responde a la influencia de Zelenski sobre Trump tras su encuentro en Nueva York. Advirtió, además, que para quienes rechacen negociar ahora, “la situación será mucho peor mañana y pasado mañana”.