Expresidente francés vinculado con Gadafi

Por conspiración criminal dan 5 años de cárcel a Nicolas Sarkozy

Sentencia inmediata tras juicio histórico; lo absuelven de corrupción, malversación de fondos y financiamiento ilegal; reacción dividida entre aliados y opositores

El expresidente francés Nicolas Sarkozy llega para el veredicto en su juicio, junto a su esposa Carla Bruni, ayer.
El expresidente francés Nicolas Sarkozy llega para el veredicto en su juicio, junto a su esposa Carla Bruni, ayer. Foto›Reuters

El expresidente francés Nicolas Sarkozy fue sentenciado a cinco años de prisión por conspiración criminal, en el que se considera el mayor proceso de corrupción enfrentado por un exjefe de Estado en la historia moderna de Francia. La resolución judicial marca un hito sin precedentes y representa una abrupta caída para el líder conservador que gobernó el país entre 2007 y 2012.

La jueza Nathalie Gavarino dictó la pena con carácter inmediato, señalando que los delitos eran de “gravedad excepcional”y que ponía en riesgo la confianza ciudadana en las instituciones. Sarkozy, de 70 años, deberá ingresar a prisión en un plazo máximo de un mes, mientras que la fiscalía definirá la fecha exacta. Además, se le impuso una multa de 100 mil euros.

  • El Dato: Los fiscales habían dicho al tribunal que Nicolas Sarkozy y sus ayudantes idearon un “pacto de corrupción” con Gadafi y el régimen libio en 2005.

El caso se centra en los presuntos vínculos del exmandatario con el régimen del dictador libio Muammar Gadafi. La acusación planteó que en 2005, cuando Sarkozy era ministro del Interior, se fraguó un pacto para obtener apoyo financiero destinado a su campaña presidencial de 2007, a cambio de favores diplomáticos y la rehabilitación internacional del régimen libio.

Aunque fue absuelto de los cargos de corrupción, malversación de fondos y financiamiento ilegal, el tribunal lo declaró culpable de conspiración criminal. El fallo subraya que, aunque no existan pruebas directas de que el dinero libio llegara a su campaña, la red de contactos y los intentos de sus allegados configuraban una operación ilícita.

Asimismo, otros miembros de su entorno político recibieron veredictos diversos. Claude Guéant y Brice Hortefeux fueron condenados por conspiración, mientras que Éric Woerth resultó absuelto. La complejidad del caso se intensificó tras la muerte, días antes del veredicto, de Ziad Takieddine, empresario clave que en su momento aseguró haber transportado maletas con efectivo desde Libia y luego se retractó.

  • 100 mil euros pagará de multa el expresidente sentenciado

Por su parte, Sarkozy rechazó las acusaciones y anunció que apelará. “Dormiré en la cárcel, pero con la cabeza en alto”, declaró, denunciando lo que calificó como una justicia “escandalosa”. A su lado estuvo su esposa, Carla Bruni, quien respondió con un mensaje en redes: “El amor es la respuesta”. En tanto, las reacciones en Francia fueron inmediatas y divididas. Figuras de la derecha, como el ministro del Interior saliente Bruno Retailleau, le expresaron apoyo, mientras que desde la izquierda se celebró el fallo como un triunfo del Estado de derecho. En las calles de París, ciudadanos opinaron de forma diversa: algunos lo vieron como un acto de rendición de cuentas, otros como una persecución política.

Pese a las condenas previas y a la pérdida de la Legión de Honor, Sarkozy mantiene influencia en los círculos de poder. Recientemente se reunió con el nuevo primer ministro Sébastien Lecornu y hasta se refirió al partido de Marine Le Pen como parte del “arco republicano”, un gesto interpretado como acercamiento a la extrema derecha.

Con este veredicto, Sarkozy se convierte en el primer presidente francés de posguerra en ir a prisión. La sentencia refuerza la imagen de un sistema judicial dispuesto a actuar incluso contra las más altas esferas.