Miles de personas salieron este sábado a las calles de ciudades de Estados Unidos y del extranjero bajo el lema “No Kings”, en una de las movilizaciones más grandes contra el presidente Donald Trump desde su retorno a la Casa Blanca.
De acuerdo con cifras de medios como Reuters, se registraron más de dos mil 600 protestas en todo el país, además de concentraciones de solidaridad en Berlín, Madrid y Roma, donde manifestantes corearon consignas en defensa de la democracia y contra lo que calificaron como una deriva autoritaria del gobierno estadounidense.
En Washington D.C., el acto central reunió a miles frente al Capitolio con la presencia del senador Bernie Sanders, quien advirtió: “Trump no es un rey, y el pueblo estadounidense no lo permitirá”. A su lado, el legislador Chris Murphy acusó al mandatario de llevar adelante “un plan detallado para destruir la libertad de expresión, las elecciones libres y una prensa independiente”.
En Atlanta, alrededor de 10 mil personas se congregaron en el Centro Cívico para escuchar al senador Raphael Warnock, quien llamó a no perder el ánimo: “Esto no se trata de los poderosos, sino del poder del pueblo”. También participó Andrea Young, directora de la ACLU en Georgia, quien afirmó: “Amamos demasiado a Estados Unidos como para entregárselo a un aspirante a rey”.
Las marchas se replicaron en Nueva York, Chicago y Boston, con ambiente pacífico y multitudinario. En Manhattan, una marea de manifestantes recorrió desde Times Square hasta Union Square, ondeando pancartas con la leyenda: “Queremos a nuestro país de vuelta”.
Mientras tanto, gobernadores republicanos de Texas y Virginia activaron a la Guardia Nacional bajo el argumento de riesgos de disturbios, medida que fue duramente criticada por legisladores demócratas. “Enviar soldados armados contra manifestantes pacíficos es lo que hacen los reyes y dictadores”, señaló el congresista Gene Wu, de Texas.
Desde California, el gobernador Gavin Newsom llamó a las marchas una “declaración de independencia contra la tiranía y la ilegalidad”, mientras la exvicepresidenta Kamala Harris escribió en redes sociales: “En nuestro país, el poder está con la gente”.
Las concentraciones, caracterizadas por su tono festivo y pacífico, incluyeron disfraces satíricos —desde pollos y unicornios hasta ranas gigantes— en señal de burla hacia el poder. Pese al despliegue policial en ciudades clave, no se han reportado incidentes mayores.
Analistas políticos consideraron que las protestas podrían marcar un punto de inflexión en la movilización ciudadana antes de las elecciones legislativas de 2026, al evidenciar el creciente descontento con la gestión de Trump y la cohesión de la oposición social.
Con información de Reuters y The Guardian.
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