El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró ayer que el régimen de Nicolás Maduro tiene los días contados, aunque descartó una guerra inminente contra Venezuela. En una entrevista emitida por el programa “60 Minutes” de la cadena CBS, el mandatario estadounidense declaró: “Diría que sí, creo que sí”, al ser cuestionado sobre el futuro político de Maduro, pero rechazó la posibilidad de un enfrentamiento militar directo.
El magnate acusó al Gobierno venezolano de permitir la entrada de delincuentes y personas con trastornos mentales a Estados Unidos, afirmó que “han vaciado sus cárceles y sus instituciones mentales en nuestro país”. Atribuyó esta situación a la política migratoria del presidente Joe Biden, a quien calificó nuevamente como “el peor presidente de la historia” de la nación.
Durante la entrevista, el mandatario defendió las recientes operaciones militares contra embarcaciones en el Caribe y el Pacífico, al argumentar que forman parte de su estrategia antidrogas. “Cada barco que destruimos mata a 25 mil estadounidenses”, dijo, al justificar los ataques navales que, según él, buscan frenar el tráfico de narcóticos hacia territorio estadounidense.
- 5 mil misiles portátiles de corto alcance Igla-S tiene Venezuela
Consultado sobre si estos operativos buscan también derrocar a Maduro, respondió que “se trata de muchas cosas”, y añadió que la prioridad es impedir que “países como Venezuela y México sigan enviando criminales y drogas”. Aseguró que la frontera sur de Estados Unidos permanece cerrada desde hace cinco meses, lo que consideró un logro de su administración.
Aunque se negó a revelar si contempla acciones terrestres en Venezuela, insistió en que no comparte sus planes militares con la prensa. “Eres una periodista maravillosa, pero no te voy a decir lo que voy a hacer con Venezuela, si lo voy a hacer o no”, respondió a la periodista Norah O’Donnell.
Mientras tanto, el Kremlin reconoció ayer que mantiene comunicación con el gobierno venezolano, luego de que medios estadounidenses reportaran que Maduro habría pedido ayuda a Rusia, China e Irán ante la presión militar de Washington.
“Estamos en contacto con nuestros amigos de Venezuela”, declaró el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, a la agencia TASS, y recordó que ambos países mantienen “obligaciones contractuales” vigentes. En mayo pasado, Caracas y Moscú firmaron un acuerdo de asociación estratégica que incluye cooperación en defensa, energía y transporte, ratificado por ambos congresos en octubre.
Según informes del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), Estados Unidos incrementó su presencia militar en el Caribe, con ocho buques de guerra, tres naves anfibias y un submarino, el mayor despliegue en la región desde la Guerra del Golfo.
Medios como The Wall Street Journal y Miami Herald señalaron que el Pentágono evalúa atacar instalaciones militares y centros de narcotráfico dentro de Venezuela. No obstante, Trump negó haber autorizado tales operaciones y calificó como falsas las versiones sobre una ofensiva inminente.
Nicolás Maduro, por su parte, ha denunciado reiteradamente que Washington busca expulsarlo del poder y ha llamado a la Casa Blanca a desistir de sus “planes de agresión”. El mandatario venezolano recordó que su país cuenta con sistemas de defensa aérea rusos y más de cinco mil misiles Igla-S desplegados en puntos estratégicos.

