El Spiridon II vuelve a Uruguay

Buque convertido en ‘tumba flotante’ recorre el Mediterráneo con miles de vacas exhaustas

El Spiridon II, un carguero con historial crítico y 84 fallas operativas, regresa rumbo a Sudamérica tras ser rechazado en Turquía por graves irregularidades sanitarias

Tras casi dos meses sin puerto que acepte su carga, el Spiridon Il avanza lentamente rumbo al Atlántico con animales hambrientos
Tras casi dos meses sin puerto que acepte su carga, el Spiridon Il avanza lentamente rumbo al Atlántico con animales hambrientos Foto: Captura de pantalla

El drama del buque Spiridon II, que transporta 2.901 vacas uruguayas, se ha convertido en uno de los episodios más alarmantes del comercio internacional de ganado en los últimos años.

El barco, registrado bajo bandera de Togo y catalogado como “bandera negra” por su amplio historial de deficiencias, lleva casi dos meses navegando sin poder descargar su cargamento y ahora enfrenta un regreso desesperado hacia Uruguay en condiciones críticas.

El 21 de octubre, cuando intentó desembarcar en el puerto de Bandirma, Turquía rechazó el ingreso del ganado tras detectar serias irregularidades sanitarias.

Entre ellas, 469 vacas sin certificación válida, 146 microchips imposibles de leer y la constatación de 58 animales muertos durante la travesía inicial. Ante estas fallas, el país receptor denegó el desembarco y el buque quedó a la deriva administrativa y logística.

Mientras en Uruguay se señala que detrás del conflicto existe un problema comercial entre exportador e importador, a bordo del Spiridon II el drama dejó de ser burocrático para transformarse en una emergencia humanitaria y animal.

Más de la mitad del ganado son novillas preñadas, y durante las semanas varadas en altamar se registraron al menos 140 nacimientos, muchos sin posibilidades de sobrevivir por las deplorables condiciones a bordo: falta de espacio, higiene limitada y escaso control veterinario.

A este escenario se suma un dato alarmante: el barco no cuenta con alimento suficiente para regresar a Sudamérica, lo que expone a los casi 3.000 animales a un viaje que podría prolongarse durante semanas más, en un ambiente saturado de estrés, hacinamiento y agotamiento.

Por su parte, organizaciones dedicadas al bienestar animal han advertido que “es muy difícil que los animales lleguen con vida” si el retorno se completa bajo estas condiciones.

El Spiridon II acumula 84 deficiencias operativas registradas y ni siquiera tiene autorización para transportar animales dentro de Europa. Aun así, continúa navegando lentamente, transformado en una verdadera tumba flotante, con vacas exhaustas, hambrientas y, en muchos casos, nacidas literalmente en cautiverio.

El caso abre un crudo debate internacional sobre las exportaciones de ganado vivo, las regulaciones para buques de transporte y las profundas fallas éticas y logísticas que persisten en el comercio global.

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MSL

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