Cecilia Giménez, quien se hizo famosa por su fallida restauración de la pintura Ecce Homo de Borja, falleció a los 94 años de edad.
Así lo informó el alcalde de Borja, Eduardo Arilla, directamente al medio Heraldo de España, a donde declaró que fue “una gran pérdida”.

Arilla destacó que Cecila Giménez falleció en la residencia de ancianos de la localidad, y que la mujer tenía 94 años al momento de su muerte.

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El mismo Heraldo de España fue el que publicó originalmente, en 2012, la historia de Cecilia Giménez, quien ganó notoriedad internacional al intentar restaurar la pintura Ecce Homo de Borja, lo cual hizo sin ningún conocimiento especializado, por lo que el resultado fue tan decepcionante como gracioso.

A pesar de esta afectación al patrimonio histórico de Borja, Cecilia Giménez era recordada con cariño entre su comunidad. Por lo anterior, ciudadanos de Borja, pero también de la comunidad de internet en el mundo, lamentaron su muerte.
Así fue la fallida restauración del ‘Ecce Homo de Borja’
En 2012, una noticia local de España tomó por sorpresa al internet y rápidamente conquistó los “memes” y las redes sociales: la fallida restauración de la pintura Ecce Homo de Borja que, tras haber adquirido un aspecto chusco, terminó apodada como Ecce Mono.
Como reportó originalmente el Heraldo de Aragón, una mujer de nombre Cecilia Giménez decidió encargarse de la restauración del Ecce Homo de Borja, obra que se encontraba en mal estado y guardaba un significado profundo para los habitantes de esa localidad.

El Ecce Homo de Borja fue pintado alrededor de 1930 por el español Elías García Martínez, y se guardaba en el santuario de Misericordia de Borja, en la provincia de Zaragoza.
Sin embargo, la mujer, que había sido una pintora aficionada durante su infancia, no contaba con los conocimientos especializados necesarios para llevar a cabo una restauración de este tipo, por lo que terminó por arruinar la obra original.
No obstante, lo que parecería una afrenta al mundo del arte, se convirtió más bien en una situación chusca y digna de risas en todo el mundo. Lo anterior a causa de que la imagen, que representaba a Jesús de Nazareth, terminó convertida en un extraño humanoide con una forma simiesca, lo que le ganó el apodo de Ecce Mono.
La noticia dio la vuelta al mundo y la imagen se convirtió rápidamente en un “meme” de internet.
Asimismo, como lo reveló el mismo Heraldo, investigaciones posteriores encontraron que, contrario a lo que declaró Cecilia Giménez, ella no contaba con el permiso de ninguna autoridad de Borja o Zaragoza para intervenir la obra.
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