La espeluznante historia del Hotel Cecil

Con una larga historia de suicidios, asesinatos, misteriosas desapariciones y un sin número de reportes de actividad paranormal, el edificio del hotel Cecil, mantiene su título como uno de los sitios más escalofriantes de Estados Unidos. 

El Cecil es un hotel económico en el centro de Los Ángeles, ubicado en 640 S. Main Street, inaugurado en 1927. Cuenta con 600 habitaciones. 

Sin embargo, a medida que el área donde se encuentra el Hotel Cecil comenzó a decaer, los suicidios y otras muertes violentas en las instalaciones se hicieron cada vez más frecuentes. 

El primer suicidio en el hotel se registró en 1931 cuando un invitado llamado W.K. Norton murió en su habitación después de tomar cápsulas de veneno. 

Muerte y violencia en el Cecil

A lo largo de las décadas de 1940 y 1950, se produjeron más suicidios en el Cecil. En la década de 1960, los vecinos del lugar apodaron el lugar como “El suicidio”.

El hotel también se convirtió en un lugar de encuentro para parejas adúlteras, actividades relacionadas con las drogas y la prostitución. 

En 1964, una operadora de telefonía, llamada Goldie Osgood, quien fue una conocida y muy querida residente, fue encontrada sin vida en su habitación. La habían violado, apuñalado y golpeado, y saquearon su habitación. Su caso sigue sin resolverse.

Años más tarde, en la década de 1980 se decía que el hotel era la residencia de Richard Ramírez, apodado el “Acosador Nocturno”, acusado de múltiples asesinatos en la entidad. 

Otro asesino en serie, el austriaco Jack Unterweger, se alojó en el Cecil en 1991, posiblemente como un homenaje a Ramírez. Jack estranguló y mató a al menos tres sexoservidoras, por las cuales fue condenado en Austria. Se ahorcó poco después de su condena.

La famosa muerte de Elisa Lam

En 2013, el Cecil se convirtió en el foco de atención renovada cuando las cámaras de vigilancia captaron a la joven estudiante, Elisa Lam, desesperada en el elevador del hotel.

El video muestra a Lam presionando repetidamente los botones del ascensor, entrando, saliendo, y posiblemente intentando esconderse de alguien.

Elisa fue grabada poco antes de su desaparición; días más tarde encontraron su cuerpo desnudo en una cisterna de suministro de agua en el techo del hotel.

El forense del condado de Los Ángeles dictaminó que su muerte había sido accidental debido a un ahogamiento, y que el trastorno bipolar pudo ser un factor “significativo”.

JLE