Frena OMS fármaco del que se recibió donación para 20 mil pacientes

El controvertido medicamento que toma el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para prevenirse del Covid-19, y que también ha sido usado por más de 50 países como tratamiento controlado contra el virus, fue descartado de la iniciativa global que encabeza la Organización Mundial de la Salud (OMS) para hallar una solución médica a la pandemia.

Así lo anunció ayer el jefe de la agencia de Naciones Unidas, Tedros A. Ghebreyesus, cuya decisión se basó en el estudio de la revista científica The Lancet, que la semana pasada determinó que la tasa de mortalidad fue mayor en pacientes con Covid-19 que tomaron el fármaco, que en quienes se sometieron a otras drogas.

“The Lancet publicó un estudio de observación sobre hidroxicloroquina y cloroquina y sus efectos en pacientes con Covid-19 que han sido hospitalizados. Los autores informaron que entre los pacientes que recibieron el medicamento, cuando se les suministró, tuvieron una tasa de mortalidad más alta”, dijo Ghebreyesus, al justificar la suspensión.

“El comité decidió que, teniendo en cuenta esta incertidumbre (de la efectividad del medicamento), había que ser proactivos y mantenernos en el lado de la precaución, suspendiendo temporalmente la rama de la hidroxicloroquina del ensayo”, abonó la científica en jefe de la OMS, Soumiya Swaminathan.

Aunque, como dijo la experta, se trata de una medida temporal, envía un fuerte mensaje a los gobiernos y líderes que han depositado sus esperanzas en esta píldora, creada originalmente para tratar la malaria, el lupus o la artritis reumatoide.

La OMS también aclaró que su decisión no afecta al reconocimiento que el fármaco —cuyo uso se remonta al alivio de la fiebre en el siglo XVII—, sí tiene para tratar las enfermedades mencionadas.

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Apenas el mes pasado, la farmacéutica francesa Sanofi se comprometió a donar 100 millones de dosis de hidroxicloroquina a 50 países. La compañía no especificó a qué naciones beneficiaba, pero informó en ese entonces que ya había empezado a entregar el medicamento a las autoridades que se lo habían solicitado.

“En esta emergencia sanitaria mundial, la compañía está dispuesta a prestar asistencia al mayor número posible de países, empezando por los que no tienen proveedores de hidroxicloroquina o aquellos con las poblaciones más desatendidas”, anunció Sanofi a principios de abril.

La empresa también aseguró que ya había duplicado su capacidad de producción incremental (además de la habitual para responder a las prescripciones médicas actuales) en sus ocho plantas de fabricación de hidroxicloroquina en todo el mundo y que estaba en vías de cuadruplicarla para este verano.

De acuerdo con el estudio de The Lancet —que analizó a más de 96 mil pacientes en 671 hospitales del mundo—, la cloroquina y su derivado, hidroxicloroquina, no aportaron ningún beneficio a los enfermos hospitalizados por coronavirus, al contrario, aumentaron el riesgo de sufrir arritmias, incluso la muerte, acarreada por una insuficiencia cardiaca.

Estos fármacos han sido dos de los posibles tratamientos contra el coronavirus más polémicos, pues han sido defendidos vehementemente por Trump —quien incluso dijo que los estaba tomando, pese a no estar infectado— y por su par brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien impulsó su uso generalizado, cuando no existían pruebas fiables de su efectividad.

“Éste es el primer estudio a gran escala que encuentra pruebas estadísticamente robustas de que el tratamiento con hidroxicloroquina no beneficia a los pacientes de Covid-19”, explicó Mandeep Mehra, del hospital Brigham de Mujeres de Boston (EU), autor principal del informe de The Lancet, en una nota de prensa.

“Nuestros resultados muestran que estos fármacos pueden aumentar el riesgo de problemas cardiacos serios y un mayor riesgo de muerte”, añadió.

La OMS indicó que se pondrá en contacto con los principales investigadores de otros ensayos clínicos, “unos siete”, entre ellos el de Reino Unido, que utilizan cloroquina e hidroxicloroquina en sus proyectos “y miraremos toda la evidencia que hay” para evaluarla.

“Sólo queremos usar la hidroxicloroquina si es segura y eficaz y si reduce la mortalidad y el tiempo de hospitalización sin incrementar otros riesgos”, agregó la científica principal del organismo, en la sesión informativa en Ginebra, ayer.