A menos de dos semanas de que expire el plazo que el presidente estadounidense Donald Trump fijó para cerrar acuerdos comerciales con distintos socios, China advirtió que no firmará ningún tratado con Estados Unidos que vaya en contra de sus intereses económicos.
Así lo expresó un portavoz del Ministerio de Comercio chino al diario oficial Global Times, tras confirmarse que ambas naciones lograron un nuevo entendimiento preliminar para reducir tensiones en su disputa arancelaria.

De acuerdo con declaraciones al citado diario, el Gobierno chino señaló que no tolerará “ningún acuerdo alcanzado a expensas de sus intereses”, y que se opondrá “resueltamente” para defender sus derechos.
No obstante, Pekín reiteró su disposición a continuar las negociaciones bajo un marco de “consultas de igual a igual” y llamó a Washington a actuar con justicia y respeto por las normas del comercio internacional.

Por su parte, el presidente Trump aseguró el jueves que ya se había firmado un acuerdo con China “días atrás”, aunque no ofreció detalles. La declaración fue confirmada el viernes por el Ministerio de Comercio chino, aunque sin revelar el contenido específico del pacto.
Según reportó la agencia Associated Press, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, afirmó que China aceptó facilitar la exportación de minerales estratégicos como tierras raras e imanes, fundamentales para la industria tecnológica y la fabricación de microchips. A cambio, Estados Unidos levantaría algunas restricciones comerciales impuestas a Pekín durante la actual administración.

Esta nueva fase en las negociaciones se basa en un “marco de entendimiento” alcanzado el 11 de junio en Londres, luego de que ambas partes acordaran reducir drásticamente los aranceles mutuos que habían llegado a niveles de hasta 145% sobre productos chinos y 125% sobre bienes estadounidenses. Tras la reducción, los gravámenes bajaron a 30% y 10% respectivamente, lo que permitió reactivar el diálogo.
Sin embargo, expertos citados por AP señalaron que el acuerdo aún no aborda temas estructurales que motivaron la disputa, como el déficit comercial estadounidense, las prácticas no competitivas del mercado chino o el acceso a tecnología.
El analista Scott Kennedy, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, destacó que el pacto no incluye disposiciones sobre el superávit comercial de China ni sobre sus subsidios industriales.
El gobierno de Trump mantiene una política arancelaria agresiva desde su regreso a la Casa Blanca en enero. Además de las medidas contra China, impuso un impuesto base del 10% a todas las importaciones y anunció tarifas recíprocas de hasta 50% a países con los que Estados Unidos registra déficit comercial.
Estas sanciones fueron suspendidas por 90 días y el plazo concluye el próximo 8 de julio.
Con información de Europa Press y Associated Press.
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