En el país, 73 por ciento de los mexicanos que nacen en condiciones de menores recursos económicos perpetúan esta condición por el resto de su vida. Esto se debe a que los ingresos que reciben durante su edad adulta son insuficientes para lograr la movilidad social, indicó el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
De acuerdo con su Informe de Movilidad Social en México 2025, la oportunidad de superar los ingresos de una generación anterior es muy baja, es decir, es más difícil que los hijos superen las condiciones económicas en las que se desarrollaron sus padres.
- El Tip: en una lista de 50 países del Instituto Internacional de Desigualdades de la London School of Economics, México está entre los 10 con mayor desigualdad de oportunidades.
“La baja movilidad social se intensifica por factores como el género de las personas y la región donde crecieron”, indicó Roberto Vélez Grajales, director ejecutivo del CEEY y coautor del informe. Añadió que, por ejemplo, en el norte del país, el 37 por ciento de las personas que nacen en el grupo más bajo de recursos económicos no logran superarlo, mientras que en el sur el alcance es de 64 por ciento.
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“En tanto, por ejemplo, la permanencia en el grupo más alto de recursos económicos resulta más baja para las mujeres con un 47 por ciento en comparación con el 53 por ciento de los hombres”, agregó en conferencia de prensa. Destacó además que la educación sigue sin ser un motor de movilidad social para los mexicanos y explicó que “solamente” 1 de cada 10 personas con padres con primaria o menos alcanzan estudios profesionales, mientras que los mexicanos cuyos padres tuvieron estudios profesionales tienen siete veces más posibilidades de lograrlo.
“Lo anterior implica que, en el caso de las personas con padres con primaria o menos, tres de cada cuatro no superan la escolaridad promedio del país, que actualmente se encuentra en la secundaria completa”, señaló.
Por su parte, Luis Monroy-Gómez-Franco, coautor principal del informe, señaló a la alta desigualdad de oportunidades como uno de los principales causales de los problemas económicos en las familias mexicanas. “El hecho de que los recursos económicos del hogar de origen de las personas determinen más de la mitad de la desigualdad de oportunidades, nos habla de una ausencia importante del estado mexicano en la oferta de servicios públicos de calidad, lo cual hace que los hogares tengan que resolver sus decisiones de inversión y resolución de situaciones adversas desde un ámbito netamente privado”, comentó.
Hay reducción de pobreza, pero ingresos son insuficientes
Baja pobreza, pocos ingresos. Si bien la reducción en la pobreza por ingresos entre 2017 y 2023 fue de 7 puntos porcentuales, el avance de ingresos no necesariamente alcanza para que una proporción significativa de las personas con origen entre el 20 por ciento de menores recursos económicos haya logrado superar la condición de pobreza por ingresos, aseguró Vélez Grajales.
“Que 73 de cada 100 personas con ese origen de desventaja económica hoy se encuentren en condición de pobreza por ingresos, nos muestra que en México la baja movilidad social hace que no logremos romper con el ciclo intergeneracional de la pobreza”, señaló.
Monroy-Gómez-Franco comentó que el informe permite “dimensionar” el grado de desigualdad de oportunidades en México, al ubicar al país en una clasificación internacional que se ha ido construyendo bajo el liderazgo del Instituto Internacional de Desigualdades de la London School of Economics, en Inglaterra. “Entre un grupo de 50 países para los que se cuenta con información comparable, México se ubica entre los 10 con mayor desigualdad de oportunidades”, aseguró.
Además, resaltó el hecho de que la diferencia en el grado de desigualdad de oportunidades entre las grandes regiones del país es tal, que mientras que la región sur se ubica junto con los 5 países con mayor desigualdad de oportunidades, la región norte se encuentra entre el grupo de 10 países con los niveles más bajos.
Los especialistas concluyeron que para consolidar los avances en materia de pobreza por ingresos y que estos se traduzcan en una reducción significativa de la persistencia intergeneracional de la pobreza, se requieren políticas con enfoque de movilidad social.
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LMCT
