La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) una serie de cambios para ayudar a los bancos y fintech en caso de reestructuración financiera o desastres naturales; sin embargo, Carlos Valderrama, socio fundador de Legal Paradox, comentó que estos pueden ser un “arma de doble filo”.
“Es oxígeno financiero para una entidad que entra a cuidados intensivos, permitiéndole sanearse o reestructurarse sin que sus signos vitales públicos, sus estados financieros, provoquen un colapso por desconfianza”, aseguró.
Sin embargo, comentó que “la parte importante” de solicitar esta “ayuda” es admitir formalmente que una empresa está en problemas.
“Es una herramienta de doble filo. Podría dar tiempo a las empresas, pero te marca con la tinta indeleble de la vulnerabilidad ante el regulador y la competencia”Carlos Valderrama, socio fundador de Legal Paradox
Los cambios del regulador buscan ayudar a las entidades a afrontar situaciones extraordinarias que puedan comprometer su solvencia, liquidez o incluso la estabilidad del sistema financiero mexicano en su conjunto.
El regulador financiero señaló que las instituciones mencionadas podrán solicitar autorización para aplicar estos criterios contables especiales, con el fin de reflejar de manera más fiel su situación financiera durante eventos atípicos.
En situaciones relacionadas con procesos de reestructuración o saneamiento financiero, como fusiones, escisiones o cambios en la estructura corporativa, también se permitirá a las entidades solicitar la aplicación de registros contables especiales.
Esto se da mientras CIBanco e Intercam banco atraviesan un escisión de su negocio fiduciario por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), dado que fueron señalados de lavar dinero proveniente del narcotráfico, de acuerdo con el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
No obstante, la CNBV señaló que esta posibilidad estará limitada a los casos en los que dichos procesos no deriven de incumplimientos regulatorios previos.
En caso de un desastre natural, los bancos o fintechs afectadas deberán presentar una solicitud formal ante la CNBV, incluyendo una descripción detallada del fenómeno, la zona geográfica afectada y el impacto previsto.
Además, tienen la obligación de argumentar cómo la aplicación de estos nuevos criterios contables contribuiría a mitigar los efectos negativos en su liquidez o solvencia.
El regulador indicó, además, que esta posibilidad estará limitada a los casos en los que dichos procesos no deriven de incumplimientos regulatorios previos.
Para ello, las instituciones deberán proporcionar información detallada sobre su situación financiera actual, las causas del proceso de reestructuración y las medidas correctivas aprobadas por su consejo de administración.
En ambos escenarios, las entidades deberán revelar de forma clara y pública, a través de sus estados financieros, la aplicación de estos criterios especiales, así como su impacto sobre indicadores clave como liquidez y solvencia.
“El regulador le da a la institución de tecnología financiera una herramienta para que sus números no reflejen inmediatamente el caos”, indicó.
Valderrama señaló que la obligación de revelarlo en notas a los estados financieros es el equivalente a “susurrar en un anexo” lo que antes se gritaba en el balance general.
“Es una transparencia calculada, diseñada para calmar, no necesariamente para informar en toda su crudeza, advirtió.
El socio fundador de la firma legal comentó que, en términos generales, la norma establece barreras de entrada para evitar que las compañías “hagan lo que quieran” y mal usen estas herramientas.
“Para los desastres naturales, se necesita una declaratoria de emergencia oficial y demostrar un impacto adverso en al menos dos instituciones, para poder argumentar un riesgo más allá de un problema individual”, indicó.
Agregó que para una reestructuración interna, la causa del problema no puede ser un incumplimiento normativo previo, “no se premia al que no hizo la tarea”, dijo.
“Pero una vez que toquen esa puerta, entrarán en el terreno del juicio soberano. Ninguna regulación puede prever la anatomía de todas las crisis futuras”, señaló.
“Esa frase es el bisturí que le da al cirujano, la CNBV, la flexibilidad para cortar donde crea necesario para salvar al paciente, que es el sistema entero, y no necesariamente la extremidad, que es una sola empresa”, agregó.
Destacó que este proceso no está diseñado para ser fácil, sino que está diseñado para ser un filtro. Aseguró que no se trata de una solicitud de ayuda, sino que es “una confesión” por escrito donde la empresa debe documentar su propia fragilidad ante el regulador.
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cehr