Aumento en pobreza lanzará a más niños al empleo, afirman

La tasa de trabajo infantil en México puede incrementarse de 11.5 por ciento que se tuvo el año pasado a 12.3 por ciento este 2020 a consecuencia del golpe económico que provocó la pandemia de Covid-19 en el Producto Interno Bruto (PIB) del país, ya que incidió en los niveles de pobreza de las familias mexicanas, factor primordial para que los niños laboren.

De acuerdo con el estudio “La pandemia por Covid-19 podría incrementar el trabajo infantil en América Latina y el Caribe”, emitido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el coronavirus dejará fuertes impactos en la pobreza, situación que de manera natural impulsa el aumento en el trabajo infantil.

Si se toma en cuenta que la población menor de edad (de entre cinco y 17 años) en México ascendió a 28.5 millones el año pasado; y de este total, 3.3 millones de infantes realizaron trabajo infantil, la tasa de ocupación fue de 11.5 por ciento.

“Si la tasa es de 11.5 por ciento y el decrecimiento de la economía estimado para este año es de 8.0 por ciento, se le suma 0.8 por ciento a la tasa de ocupación infantil, que dará 12.3 por ciento este año. Así lo establece el documento de la Cepal”, indicó Alejandro Avilés Gómez, analista laboral privado en entrevista con La Razón.

En el análisis hecho por los organismos internacionales, Henrietta Fore, directora ejecutiva de Unicef, dijo que en tiempos de crisis, el trabajo infantil se convierte en un mecanismo de supervivencia para muchas familias, pues en la medida en la que la pobreza aumenta, las escuelas cierran y la disponibilidad de los servicios sociales disminuye, por lo que más niños se ven empujados a trabajar.

El citado documento refiere que el aumento del desempleo y la pobreza afectarán severamente el bienestar de las familias, particularmente aquellas en condiciones de pobreza extrema quienes suelen habitar viviendas inadecuadas, trabajar en empleos informales, en las MiPyMEs, o por cuenta propia.

De acuerdo con la OIT, a nivel global, estudios aseguran que un aumento de un punto porcentual del nivel de pobreza conlleva un aumento del 0.7 por ciento, o más, del trabajo infantil.

La Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2019, del Inegi, sostiene que los estados en México con mayor incidencia en el trabajo infantil son Oaxaca, Puebla y Chiapas.

En contraste, las entidades con mayor índice de pobreza, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), son Chiapas, con 76.4 por ciento de su población; Guerrero, con 66.5 por ciento; Oaxaca, con 66.4 por ciento; Veracruz, con 61.8 por ciento y Puebla, con 58.9 por ciento.

La Cepal previó que al cierre de 2020, y como consecuencia de la pandemia, los mexicanos en pobreza representarán 49.5 por ciento del total de la población, ya que el índice de las personas en esta situación pasará de 41.9 por ciento, en 2019, a 49.5 por ciento al cierre de 2020.

El analista refirió que aún hacen falta esfuerzos para poder erradicar el trabajo infantil en México, como los empleos de calidad entre la población adulta para evitar que los niños desempeñen labores que no les corresponderían, como dedicarse a ser jornaleros, trabajadores del hogar, ayudantes generales, migrantes, entre otros puestos.