Emergencia sanitaria

Variante Delta de COVID-19, principal riesgo para la economía, asevera el IMEF

Ángel García-Lascuraín Valero, presidente del IMEF, dijo que uno de los grandes desafíos sanitarios y económicos que enfrenta el mundo en estos momentos es el surgimiento de nuevas variantes de COVID-19

La economía mexicana enfrenta grandes desafíos sanitarios por la pandemia de COVID-19.
La economía mexicana enfrenta grandes desafíos sanitarios por la pandemia de COVID-19.Foto: Archivo.
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El principal riesgo que enfrenta la economía mexicana actualmente es una tercera ola de contagios de COVID-19, que si bien no se espera que provoque nuevos cierres si podría bajar el dinamismo de la recuperación, advirtió el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).

En videoconferencia de prensa, Ángel García-Lascuraín Valero, presidente del IMEF, dijo que uno de los grandes desafíos sanitarios y económicos que enfrenta el mundo en estos momentos es el surgimiento de nuevas variantes del COVID-19, entre ellos la cepa Delta, debido a la rápida propagación y efectos que ha traído inclusive en personas vacunadas.

Explicó que podría convertirse en un viento en contra para la recuperación económica, tomando en cuenta algunas medidas de restricción de movilidad y distanciamiento social que se han implementado en algunos países.

Aunque dichas restricciones se han dado con una menor severidad que en el momento más álgido de la pandemia, podrían moderar el ritmo de reactivación, explicó.

Por su parte, Gabriel Casillas, presidente del Comité de Estudios Económicos del IMEF, mencionó que el riesgo número uno es el sanitario mientras no se haga algo para que se aminore. Consideró que esta vez, se tratará más de contagios que de fallecimientos.

El experto enlistó los riesgos del país: COVID-19, que la Reserva Federal de Estados Unidos comience a elevar tasas, la falta de crecimiento económico del país tras el efecto rebote de la pandemia, niveles de inseguridad, y el rezago educativo.

MÉXICO, CON MULETAS EXTERNAS PARA CRECER

Por otro lado, afirmó que México utiliza “muletas” para crecer hasta 5.9 por ciento este año, porque es el sector externo y los estímulos fiscales de Estados Unidos los que lo están empujando en la recuperación económica tras el COVID-19. Cuando estos efectos se terminen, regresará a crecimientos lentos, de no más de 2.3 por ciento anual.

Para avanzar más rápido sin apoyos externos, dijo, es necesario que el Gobierno de certeza a la inversión privada, porque “la falta de Estado de derecho nunca se ha cumplido a cabalidad; sin embargo, ahora se sumó la incertidumbre para atraer inversiones”.

También instó a que los legisladores dejen de presentar propuestas, que si bien no son aprobadas, si generan miedo a los inversionistas por su agresividad; asimismo, llamó a dejar de intentar echar para atrás la reforma energética, pues los empresarios que llegan al país también buscan energías limpias.

No sólo se deben hacer proyectos de infraestructura que ha promovido el Presidente, sino también otros con mayor rentabilidad social, apuntó Casillas.

No obstante la falta de recuperación en la inversión fija bruta y el consumo, elevó de nueva cuenta sus expectativas de crecimiento económico para este año, al pasarlo de 5.5 por ciento previsto en junio, a 5.9 por ciento. 

ntb