PESOS Y CONTRAPESOS

¿Recesión? (2/2)

Arturo Damm Arnal. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Damm Arnal. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

En el anterior Pesos y Contrapesos vimos que, en octubre pasado, en materia de producción industrial, hubo más estados con decrecimiento (56.25%) que con crecimiento (43.75%), y que fue mayor el decrecimiento promedio (10.22%) que el crecimiento promedio (4.55%), todo lo cual muestra la falta de dinamismo que afecta a la economía.

Ya tenemos el Indicador Mensual de la Actividad Industrial, con todos los datos para 2024, que no son buenos. En 2022 la actividad industrial, que aporta una tercera parte de la producción de bienes y servicios, y de la generación de ingresos, creció 4.78%. En 2023 creció menos, 3.36%. En 2024 volvió a crecer menos, solamente 0.08%, con un claro deterioro en el último cuatrimestre del año.

En términos anuales, durante el primer cuatrimestre de 2024 la actividad industrial creció 1.38%. A lo largo del segundo el crecimiento fue menor, 0.58%. En el transcurso del tercero fue negativo, menos 1.73%. De mal en peor.

¿Qué explica este menor crecimiento, primero, y decrecimiento, después, de la actividad industrial? La menor confianza de los empresarios para invertir directamente en el país, que conocemos gracias al Indicador de Confianza Empresarial que va de cero (total desconfianza) a 100 (confianza total).

Durante el primer cuatrimestre de 2024 la confianza de los empresarios para invertir directamente en el país, fue, en escala de cero a 100, de 41.60 puntos. A lo largo del segundo fue de 39.20 puntos, 2.4 puntos menos, el 5.77%. En el transcurso del tercero fue de 34.53 puntos, 4.67 puntos menos, el 11.91%. De mal en peor.

Si consideramos el Indicador Global de la Actividad Económica, con información hasta noviembre de 2024 (los datos de diciembre se publicarán el 21 de febrero), tenemos lo siguiente: en términos anuales, el crecimiento promedio mensual de la producción, entre enero y noviembre de 2023, fue 3.52%; entre enero y noviembre de 2024 fue 1.40%, 2.12 punto porcentuales menos, el 60.23%. En noviembre de 2023 la producción creció 2.7%, en noviembre de 2024 creció 0.9%, 1.8 puntos porcentuales menos, el 66.67%.

La mayoría de los datos muestran, en el mejor de los casos, menor crecimiento de la economía y, en el peor, decrecimiento, y la pregunta es si enfrentaremos una recesión, definida como dos o más trimestres consecutivos de decrecimiento de la producción de bienes y servicios.

El Indicador Coincidente, del Sistema de Indicadores Cíclicos del Inegi, correspondiente a noviembre pasado (que se calcula por el comportamiento del indicador global de la actividad económica, del indicador de la actividad industrial, del índice de ingresos por suministro de bienes y servicios al por menor, de los trabajadores asegurados permanentemente en el IMSS, de la tasa de desocupación urbana, y de las importaciones totales), se ubicó por debajo de su tendencia a largo plazo (malo) y con tendencia a la baja (peor), lo cual indica que estamos entrando en recesión.

¿Qué se requiere para evitar la recesión? Que los empresarios inviertan directamente más de lo que han invertido. ¿Qué se requiere para que inviertan más? Que aumente su confianza para hacerlo. ¿Qué se requiere para que aumente? Que el segundo piso de la 4T dé un giro de 180 grados, comenzando por la reforma al Poder Judicial, algo que no sucederá.

Saque cada quien sus conclusiones.

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