Muchas cejas se levantaron ayer con el tempranero mensaje que subió a las benditas redes el embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, según el cual la aprobación del impuesto a remesas, ya no en 5%, pero sí en 3.5%, son “buenas noticias”. Y es que, para quienes conocen de estos asuntos, el que siga en vilo media docena de estados cuyas economías dependen de esa vía de ingreso, no es para nada una buena noticia. “Éste es un primer importante avance para la defensa de la economía de nuestros migrantes y sus familias”, publicó Moctezuma. El mensaje fue visto como una celebración anticipada y un intento de establecer una narrativa de supuesto éxito, que más que confianza generó inquietud. Horas más tarde el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, señaló: “No creo que nadie diga que es una buena noticia”. El embajador debió por la noche plantear algunos matices y guardar las matracas: “Falta mucho por hacer”, escribió. Y pues sí.
› La CNTE, el fuego y el cerillo

Cónclave para el regalo de Alito
Copado el Zócalo por cientos de maestros movilizados, que un día y otro también llevan a cabo manifestaciones de amplio impacto en la Ciudad de México, nos cuentan que en diversas oficinas de Palacio Nacional no dejan de anotar el mal tino que se tuvo en el ISSSTE, institución a cargo de Martí Batres, al haber sacudido a principios de año al magisterio con la iniciativa de reforma para que los trabajadores del Estado con ingresos mayores elevaran sus aportaciones al sistema de pensiones. Tras las acciones de la CNTE la iniciativa se retiró y el otro componente de la reforma, que beneficiaba a quienes tenían un crédito de vivienda, se convirtió en una serie de medidas aprobadas por la Presidenta Sheinbaum. El caso viene a cuento, porque lo que ahora se ve, nos comentan, es que el incendio lo están teniendo que apagar otros y no quien lanzó el cerillo. Uf.
› Reprueban capitalinos a la Coordinadora
Y hablando de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, resulta que la empresa encuestadora Question Mark dio a conocer un estudio que arroja que el 78 por ciento de los capitalinos está en contra de los bloqueos y protestas que realiza esta facción del magisterio. El dato, nos comentan, tiene sentido pues han sido ya 10 días de movilizaciones de los profesores con las consecuentes afectaciones a los ciudadanos en su movilidad y tiempo. Un par de hechos de los que la mayoría de los capitalinos tuvo conocimiento y reprobó fueron: el cierre que realizaron los maestros de los accesos a Palacio Nacional con la pretensión de impedir la realización de la conferencia mañanera y la agresión que sufrió un periodista. Ayer, por lo pronto, la disidencia magisterial volvió a ocupar las calles, creando caos y tráfico, con la exigencia de que se cumpla su pliego de 70 demandas, muchas de las cuales, ha quedado claro, son inviables por falta de presupuesto. Pendientes.
› Huracán político en Veracruz
Acorde con la temporada, en el puerto de Veracruz se gesta una tormenta tropical, de tipo político, con la expectativa de que evolucione a huracán y toque tierra el 1 de junio. El miércoles, un grupo de militantes del PAN anunció que dejará de apoyar a la candidata de este partido a la alcaldía, Indira Rosales San Román, por considerar que fue impuesta por la dirigencia nacional. A muchos les extraña que este “deslinde” se dé cuando falta menos de una semana para que terminen las campañas. Hay quienes ven en esto un rompimiento de Indira con los Yunes, quienes ahora operan para ponerle piedras en el camino. La otra hipótesis va en sentido contrario: los Yunes están tan involucrados en la campaña de la panista —con la intención de que no gane la morenista Rosa María Hernández —, que un sector de la militancia azul prefirió hacerse a un lado. Lo cierto es que la tormenta política sube de nivel día con día y amenaza con dejar a varios damnificados a su paso. Qué tal.
Muy deplorables, se ha informado, las condiciones en que desempeña su labor la mayoría de los policías municipales del país, a juzgar por los datos que se desprenden de un estudio de México Evalúa. El asunto no es menor, pues se trata de los primeros respondientes ante cualquier incidente y de los agentes más cercanos a la población. ¿A quién echarle la culpa? Es cierto que durante el sexenio anterior se redujeron e incluso desaparecieron algunos fondos federales para el fortalecimiento de las policías locales. Pero los gobiernos estatales no han hecho gran cosa —salvo honrosas excepciones— para apoyar a las corporaciones de sus demarcaciones territoriales. Y ni qué decir de los gobiernos municipales, que tampoco han hecho lo que les corresponde para incrementar su recaudación y así destinar mayores recursos a su fuerza policial. Durante décadas, nos dicen, en el segundo y tercer nivel de gobierno se acostumbraron a sólo estirar la mano, y ahí las consecuencias.
El que un día increpa y se pelea y el otro también, ya sea con unos o con otros, es el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, quien ayer se agarró a gritos con habitantes de Ocuilan, Estado de México, quienes le reclamaron el problema de la tala ilegal en la zona. Noroña, quien todos los días se engancha con un actor distinto, fue de visita a territorio mexiquense, donde la sensibilidad de su piel, nos dicen, no aguantó los gritos en su contra y acusó a un sector de asistentes de no estarse comportando como se debía en la asamblea de Morena, luego de que éstos le exigieron que los tratara como ciudadanos. Fernández Noroña retó a uno de los asistentes. “Si vinieron a reventar la asamblea no lo vamos a tolerar (...) desde que inició la asamblea, hay un grupo que sólo está increpando (...) así como te me pones de gallito, aquí deberías de ponerte con los taladores”, gritó. Uf.

