De las inversiones directas dependen la producción de bienes y servicios; la creación de empleos, puesto que para producir alguien debe trabajar; la generación de ingresos, ya que a quien trabaja se le paga, empleos e ingresos de los que depende, en buena medida, el bienestar de las personas, sobre todo si ha de ser el resultado de la generación personal de ingreso por trabajo, no de la redistribución gubernamental del mismo.
Todo ello, desde producción hasta bienestar, depende de las inversiones directas, que son nacionales y extranjeras. Estas últimas representan, aproximadamente, el 10% del total, y se dividen en nuevas inversiones, reinversión de utilidades y cuentas entre compañías (transacciones que tienen lugar entre las matrices y sus filiales en otros países: préstamos, transferencias, pago de regalías, pago de dividendos, etc.).
De los tres componentes de la inversión extranjera directa, IED, el más importante para medir la confianza de los empresarios foráneos para invertir directamente (abrir empresas, hacer negocios, generar utilidades), son las nuevas inversiones.

Góbers felices en el sorteo
Durante el segundo trimestre del año México captó 34,265 millones de dólares de IED, 10.2% más que un año antes, logrando un máximo histórico. Del total 9.2% fueron nuevas inversiones, 84.4% reinversión de utilidades, 6.4% cuentas entre compañías. Lo bueno: el porcentaje de nuevas inversiones aumentó, de 3.0% en el segundo trimestre de 2024, a 9.2% en el segundo de 2025 (6.2 puntos porcentuales más, el 206.67%). Lo malo: 9.2 de nuevas inversiones, como porcentaje del total de IED, es muy poco. Comparemos.
A lo largo del sexenio de Calderón éstas fueron las nuevas inversiones como porcentaje del total de IED: 2007, 43.75; 2008, 20.00; 2009, 30.20; 2010, 64.06; 2011, 41.37; 2012, 23.11. Promedio anual: 37.08%.
Durante el sexenio de Peña Nieto éstas fueron las nuevas inversiones como porcentaje de la IED total: 2013, 49.98; 2014, 18.76; 2015, 37.22; 2016, 36.69; 2017, 38.49; 2018, 36.29. Promedio anual: 36.24%.
A lo largo del sexenio de López Obrador éstas fueron las nuevas inversiones como porcentaje del total de IED: 2019, 38.96; 2020, 22.04; 2021, 43.72; 2022, 48.15; 2023, 13.35; 2024, 8.59. Promedio anual: 29.14%.
Nuevas inversiones como porcentaje de la IED total: Calderón, 37.08%; Peña Nieto, 36.24% (0.84 puntos porcentuales menos, el 2.27%); López Obrador, 29.14% (7.10 puntos porcentuales menos, el 19.59%).
En promedio, de 2007 a 2024, las nuevas inversiones, como porcentaje de la IED total, fue 34.15. El 9.2% del segundo trimestre de 2025 está muy por debajo de ese promedio: 24.95 puntos porcentuales, el 73.06%.
Llama la atención el comportamiento de las nuevas inversiones de los últimos dos años. En 2022 fue 48.15% del total de IED, muy por arriba del promedio que se obtuvo entre 2007 y 2021, 36.31% (11.84 puntos porcentuales más, el 32.61%), lo cual es bueno: conviene que, como porcentaje del total, cada vez sea mayor el de nuevas inversiones. En 2023 bajó a 13.35%, muy por debajo del promedio que se logró entre 2007 y 2022, 37.05% (23.70 puntos porcentuales menos, el 63.97%). En 2024 se redujo al 8.59%, muy por debajo del promedio conseguido entre 2007 y 2023, 35.66% (27.07 puntos porcentuales menos, el 75.91%). ¿Por qué la caída?
Continuará.

