Al personaje cómico que se llama Simón Levy. Pues resulta que en una entrevista radiofónica a través de la plataforma Zoom, la cual le realizó una periodista, se aprecia que está en un restaurante, en el cual internautas descubrieron que tal lugar no se encuentra en Washington, D.C., como él lo afirmaba, si no que se encontraba en Lisboa, Portugal.
Lo malo no es el cinismo descomunal del personaje que desde el primer momento se veía que estaba mintiendo, lo malo es que le presten el micrófono y el foco a una persona que claramente no es de fiar. Mientras tanto, el que la lleva es el ciudadano, porque hay muchas voces que se esfuerzan en hacer quedar mal a la Presidenta, y en eso lo único que queda claro es que sobra hígado, y les falta rigor.
Tan tersa y suave resultó la senadora morenista Malú Mícher tras pronunciarse en contra de los dichos del escritor, propagandista y director del Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo II: “un poemario escrito por una mujer horriblemente asqueroso de malo, por el hecho de ser escrito por una mujer, no merece que se lo mandemos a una sala comunitaria en mitad de Guanajuato. ¿Por qué hay que castigarlos con ese libro de poesía?”. Como eso casi no es nada, su compañerita lo excusó diciendo: “A Paco, que es muy inteligente, se le olvidan algunos detalles, como las mujeres. El señor tiene que rectificar. No creo que haya tenido la intención de ofender…” y “Paco tiene que aprender a reconocer un POQUITO más el trabajo de las mujeres”. Ah, pero que no fuera de otro partido, porque hasta lo mandan traer del extranjero.

Ocurrencia mediática
La semana pasada comentamos aquí que los que andaban bien enojados con el padelista, exfutbolista y ahora diputado, Cuauhtémoc Blanco, son sus mismos compañeros y compañeras legisladoras. Resulta que el coordinador de la bancada morenista, el diputado Ricardo Monreal, dijo que por acuerdo de la Jucopo se acabaron las sesiones semipresenciales, las cuales se tomaban vía remota desde cantinas, restaurantes, canchas deportivas y en muy pocas ocasiones desde oficinas de representación en los distritos. Pues sí, así como lo lee, que se enojan los diputados y que le exigen hacer valer la aplanadora de mayoría, porque dicen que eso de comprar boletos de avión para ir a sesionar un ratito es un súper gasto, es más, hasta el bailarín de espectáculo convertido en diputado, Sergio Mayer, llamó a la insurrección para no hacer caso a ese acuerdo. Ojalá el pleito hubiera sido para exigir más trabajo y menos paga.
Con eso del Día de Muertos la que apareció en las conferencias mañaneras de la Presidenta fue la extitular de la sección de los desmentidos en el sexenio de AMLO, Liz Vilchis. Pero no vaya usted a creer que regresó el taaaan necesario espacio, lo que realmente sucedió es que ahora le tocó estar del otro lado de la barra haciendo preguntas como representante de un medio de comunicación, lo que provocó que más de uno se le fuera a la yugular y le recordara cuando los señalaba con dedo acusador. Veamos ahora como lee las preguntas que le pasan, porque en aquel tiempo lo que pudo ser un espacio de 15 minutos, se desarrollaba en más de 30, por aquello de leer dos veces o tres una sola palabra.
En Veracruz no todo es desgracia. Ahí a lo lejos aparece un halo de luz. Resulta que el diputado federal Adrián González Naveda se subió a tribuna en San Lázaro para proponer e impulsar temas en beneficio de su distrito, por ejemplo, la Ley para el Desarrollo Sustentable y Fomento a la Cafeticultura o la iniciativa que contempla penas más severas y sanciones económicas más altas para quienes afecten zonas forestales o especies protegidas. A diferencia de los flojonazos que se enojaron por aquello de ir a trabajar, Naveda le echa todas las ganas para defender a Veracruz. El diputado resultó ser buen aliado de los productores cafetaleros que demandan un precio justo y reglas claras, así como todo su apoyo a la sostenibilidad de la región, luchando contra la tala clandestina y en favor de mayor vigilancia sobre delitos forestales. Ojalá por lo menos unos 450 diputados sigan su ejemplo.
La última… Para cerrar con el tema de Simón Levy, resulta que, para reafirmar su mentirilla, se le ocurrió usar de fondo el capitolio de Estados Unidos en una transmisión hecha por alguna plataforma de esas que te ofrecen gratis esa opción. Me recordó mucho la cantidad de memes que circulan en las redes que dicen “señores usando Internet”, ¿a poco nunca pensó que se vería súper falso?, digo, porque aparte cuando el clima es nublado en la capital americana, el señor sale con tremendo sol pegándole en la cara. ¿Cuántos lo usaron como su vocero? ¿Serán igual de falsos que él? Está de risa el caso.
… y nos vamos.
