Según el Indicador de Confianza Empresarial, del Inegi, en escala de 0 a 100, la confianza de los empresarios de las manufacturas, el comercio, la construcción, y los servicios privados no financieros, para invertir directamente en México (producir bienes y servicios, crear empleos, generar ingresos, crear condiciones para el bienestar), en octubre de 2023 fue de 44.2 puntos. En octubre de 2024 fue 34.7 (9.5 puntos menos, el 21.5%). En octubre pasado fue 30.15 (4.6 puntos menos, el 13.1%).
La caída, entre octubre de 2023 y octubre de 2025, de 14.05 puntos, el 31.8%, en la confianza de los empresarios para invertir directamente en la producción de bienes y servicios, la creación de empleos, la generación de ingresos, debe ser motivo de preocupación, sobre todo, para el gobierno. El problema es que ha sido el gobierno quien ha ocasionado esa pérdida de confianza para invertir directamente en México, con medidas que abarcan desde la cancelación de la construcción del que iba a ser el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, hasta la reforma al Poder Judicial, plagada de ilegalidades, que dio como resultado un Poder Judicial, comenzando por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, supeditado en buena medida al Poder Ejecutivo Federal, algo propio del Estado de chueco no de Derecho.
Según el Índice de Estado de Derecho 2025, del Proyecto Mundial de Justicia, México ocupa, entre 143 naciones, la posición 121, con una calificación, de 0 a 10, de 4.0. Estas fueron las posiciones y las calificaciones en los últimos años. 2015: posición 79/102, calificación 4.8/10. 2016: posición 79/113, calificación 4.6/10. 2017: posición 85/113, calificación 4.6/10. 2018: posición 90/113, calificación 4.6/10. 2019: posición 99/126, calificación 4.5/10. 2020: posición 104/128, calificación 4.4/10. 2021: posición 113/139, calificación 4.3/10. 2022: posición 115/140, calificación 4.2/10. 2023: posición 123/142, calificación 4.2/10. 2024: posición 130/142, calificación 4.1/10. 2025: posición 121/143, calificación 4.0/10.
En once años, tanto en posición, como en calificación, hemos empeorado. En 2015, con calificación de 4.8/10, estábamos a 23 posiciones del último lugar de la tabla. En 2025, con calificación de 4.0/10, estamos a 22 lugares de la última posición. ¿Qué nos dice todo esto? Que, en México, más que Estado de Derecho, tenemos Estado de chueco.
La prueba más reciente de lo anterior la tenemos en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde se declaró que existe la posibilidad de revisar sentencias emitidas por la Corte anterior, la presidida por Norma Piña, lo cual es GRAVÍSIMO por la violación del principio “cosa juzgada”. Esa posibilidad es propia del Estado de chueco (gobiernan algunas personas), antítesis del Estado de Derecho (gobiernan las leyes).
Según los resultados de la encuesta de octubre, del Banco de México, a los economistas del sector privado, el 3% de los encuestados considera que el actual es un buen momento para que las empresas realicen inversiones directas (9% en septiembre), el 58% considera que es un mal momento (43% en septiembre), y el restante 39% no está seguro (48% en septiembre). Notorio el deterioro de octubre comparado con septiembre.
Continuará.