ENFOQUE MANUAL

El Papa León XIV y San Charbel

Laura Garza<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Laura Garza*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

Pensar en el Papa León XIV es todavía tener el rostro y la sonrisa del Papa Francisco, y seguramente siempre será así.

Ambos con el carisma, la sencillez, el amor a la gente y por supuesto uno antes que el otro para abrir camino a un lenguaje más directo y cercano a las nuevas generaciones y quizá también a una Iglesia que lo necesita de manera urgente.

El Papa León XIV realizó su primer viaje internacional, un viaje heredado del Papa Francisco de ir a Turquía con el objetivo de celebrar los 1,700 años del Concilio de Nicea y estar en Líbano.

Acudió en donde los cristianos solo son el 1% de una población de 88 millones de habitantes, en su mayoría musulmanes. Turquía un país complejo, que también fue visitado por el Papa Francisco revolucionando y haciendo salir a esos 33mil católicos y mucho más a las calles.

El Papa León XIV y San Charbel
El Papa León XIV y San Charbel ı Foto: Redes sociales

Viajó hasta allá para acercarse a la comunidad musulmana, buscar el diálogo con los ortodoxos e integrarlos bajo la misma perspectiva de mantener la fe dentro de lo problemas sociales y políticos que enfrentan. Un intermediario desde Roma.

Su segunda parada fue en Líbano, una ciudad ya visitada por el Papa Juan Pablo II en 1997, Benedicto XVI en el 2012 y trece años después llega el Papa León XIV, tras la situación en conflicto con la región de Oriente Medio, la violencia entre Hezbolá e Israel desde 2024. su inestabilidad política y la ocupación extranjera.

En Líbano hay una gran cantidad de católicos, quizá son un 25% de la población y cientos de miles de personas salieron a las calles y a las distintas actividades que realizó el Papa. Aquí hay cuatro sedes de patriarcados, que le llaman: católicos, maronitas, greco-mezquita, sirio-católico y armenio católico.

Y aquí es donde llegamos a la foto que les presento. Como muchos saben soy devota y creyente del monje libanés San Charbel, así que la imagen de esta semana tiene doble intención.

San Charbel, es el patrón del país y fue canonizado por Pablo VI en 1977. Un Santo a quien le atribuyen 29mil milagros de curación y vaya usted a saber cuántos más. Una figura que también es venerada por los musulmanes, y que se encuentra en el monasterio de Annaya.

Es también considerado protector del país y símbolo de resistencia espiritual en medio de las guerras y crisis que han enfrentado como pueblo. Un monje que eligió la austeridad extrema, para dedicarse únicamente a la oración.

El hecho de que el Papa fuera a hincarse y a rezarle, tiene un gran significado y peso espiritual, ya que ningún otro Papa lo había hecho y porque da un mensaje totalmente de cercanía y de olvidar cualquier tipo de división entre los propios católicos e incluso también entre los musulmanes.

El camino para llegar al Monasterio no es sencillo, ni cómodo. Es en lo alto, entre colinas, con casas en ruinas y el contraste de edificios modernos, calles deterioradas y banderas negras del islam.

Hay cantos al interior del monasterio en árabe, un Santo que une a ambas religiones. Entonces vemos la imagen, en donde aparece al fondo y bien iluminado el rostro de San Charbel con una perspectiva en donde pareciera que está mirando al Papa rezar sobre su lecho, que lo escucha y le agradece estar allí .

Una conversación en silencio, el Papa de rodillas frente a la tumba de uno de los mayores representantes del catolicismo, pero sobre todo de la fe.

Robert Francis, inició su legado como pontífice rompiendo paradigmas y acercándose a un país y un pueblo que ha vivido en guerra, que la división es casi “normal” porque la fe rebasa el ego y los intereses políticos.

La fotografía es un regalo visual, y si usted es creyente seguro hasta siente la cercanía y puede imaginarse el aire fresco que corre en la escena al estar al interior de una gruta, el olor a flores y ese tan particular que hay en este tipo de espacios que nos da una paz completa.

Como un dato extra, justo son cien años después de que el Papa Pío XI fuera a presentar las causas para beatificar y canonizar a San Charbel al Vaticano, es que ahora este viene a él.

Una visita de unión, diálogo, respeto y paz. El Papa se despidió con una misa en el Paseo Marítimo de Beirut con más de 150 mil fieles. Una ciudad sedienta de perdón, recibió al líder del Vaticano y a uno de los principales mensajeros de paz.

Así lo dijo León XIV en árabe “Al-Salam-lakom” La Paz esté con ustedes.

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