Carlos Urdiales

La vacuna de AMLO

SOBRE LA MARCHA

Carlos Urdiales
Carlos Urdiales
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Hoy es el día de los jueces; la hora de la Suprema Corte de Justicia, cuyo pleno votará el proyecto de sentencia de Luis María Aguilar, que propone declarar inconstitucional la pregunta del Presidente López Obrador para una consulta pública que determine si debe investigarse y, en su caso procesar, a los expresidentes Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña por delitos que pudieran haber cometido antes, durante o después de sus mandatos.

En la víspera, el jefe del Poder Ejecutivo saludó al Poder Judicial; López Obrador, quien pidió a jueces no dejarse intimidar y tomar en cuenta el sentir del pueblo, avisó que, si la Corte frena su consulta, si no salen y preguntan al pueblo sus filias y fobias; entonces, él se va a deslindar y enviará una iniciativa al Congreso para modificar el Articulo 35 para simplificar la democracia participativa, allanar consultas populares, plebiscitos y evitar que el mandato del pueblo sea letra muerta; una vacuna contra la tirana técnica jurídico-constitucional que, dicho sea de paso, es razón de ser del máximo tribunal de la nación.

La Corte a la suya, defender la Carta Magna. El Presidente igual, que decida el pueblo. La hora de la política, de la democracia, justicia y legalidad llegó.

Flojito y cooperando. En medio de una creciente polarización social que nos parte en pro-AMLO o anti-AMLO, el Presidente López Obrador abrió una ventana para aplacar ánimos y serenarnos a todos.

Los de FRENA acampan en medio Zócalo, exigen la salida del inquilino de Palacio Nacional; a los del Frente les vale la consulta popular para revocación de mandato, en marzo de 2022; también las elecciones del próximo año como proceso para acotar el poder legislativo y político de Morena.

No, los de FRENA quieren una renuncia inmediata, imposible e irracional. ¿Por qué López Obrador debería dejar el poder que una mayoría contundente le otorgó en las urnas hace casi dos años y medio? Como dice AMLO, son una minoría. Estimulada por razones diversas que pueden y deben debatirse, pero minoría al fin, según encuestas que validan la popularidad del Presidente. Minoría, hasta que demuestren lo contrario.

Ahí es donde la cosa se pone interesante. Desde su conferencia mañanera López Obrador se la puso “fácil” —es un decir— a sus adversarios, malquerientes o críticos. A la primera marcha con más de 100 mil personas y que las encuestas indiquen que son más quienes lo reprueban, el de Tabasco solito se marcha a su finca en Palenque; sin esperar consulta ni revocación. ¿Se las puso fácil? No parece.

La fortaleza de Andrés Manuel López Obrador estriba en su empatía con la mayor parte del pueblo —que lo somos todos—, en su cercanía con los más necesitados, que son mayoría, con los oprimidos que son los más, con aquellos para quienes oportunidad es utopía. Conoce el suelo que pisa y por eso abre la capa. Júntense, marchen pacíficamente y asunto arreglado. ¿Para qué pelear si la soberanía reside en la gente?